César Soto y Carlos Álvarez, ascensión vertiginosa juntos

(César Soto y Carlos Álvarez)

César Soto y Carlos Álvarez, árbitro y árbitro asistente del Comité Riojano, llevan una gran trayectoria juntos en el arbitraje que ha culminado esta temporada con su debut de ambos en Primera División (LaLiga Santander).
César Soto (1980) y su árbitro asistente Carlos Álvarez (1990) han pasado en dos años de estar dirigiendo partidos en Segunda B a dirigir en Primera División. Esta ascensión vertiginosa les ha llegado juntos, formando equipo. Dentro y fuera del terreno de juego: “Compartir todas estas alegrías juntos multiplica la satisfacción”, nos comenta César Soto.
Sus inicios en el arbitraje
Carlos Álvarez: “Yo comencé mi trayectoria arbitral a los 14 años. Hasta entonces, jugaba al fútbol. En esos momentos, decidí compaginar ambos. Cinco años después, entendí que como futbolista mi trayectoria ya había llegado a su fin. El arbitraje me ofrecía un camino abierto y bonito, además de permitirme continuar la tradición familiar, y me dispuse a recorrerlo”.
César Soto: “Un amigo mío me dijo que necesitaban árbitros en un campeonato de fútbol de chavales en mi pueblo. Tenía 12 años y fue mi primera vez, pero ahí se quedó. A los 19 años trabajaba como socorrista en Las Norias y Toni Vargas, un compañero mío que arbitraba en Sala, me animó a apuntarme. Me federé, me gustó y llegué hasta 2ªB de fútbol sala. Entonces me propusieron dar el salto al fútbol. Compaginé ambos hasta que subí a Tercera en fútbol y tuve que dejar el Sala porque no podía compatibilizar ambos en categorías nacionales”.
Dos amigos, dos profesionales: la unión perfecta
César y Carlos ya habían coincidido sobre un terreno de juego antes de formar parte del mismo equipo arbitral. Los árbitros de Segunda B llevan asistente específico y un árbitro de Tercera como segundo asistente. César ‘reclutó’ varias veces a Carlos como línea pero el ascenso de Carlos a 2ªB como árbitro principal deja en stand by una colaboración fija.
Pero el destino vuelve a enredar y una mala noticia para Carlos (su descenso a Tercera) se convierte en una oportunidad para ambos. César pierde a su asistente que asciende a Segunda División y Carlos decide renunciar a ser árbitro en Tercera para comenzar su carrera como asistente en 2ª B; y César, árbitro veterano que podía elegir asistente, no dudó en llamar a Carlos. Era la temporada 2017/2018 en 2ªB, la primera de ambos juntos.
El ascenso a Primera División: la llamada
Lo que parecía un imposible, un segundo ascenso consecutivo, comienza a cobrar vida cuando el 2 de julio Antonio Rubinos, adjunto a la Presidencia del CTA de la RFEF, comenzó su ronda de llamadas a partir de las ocho de la mañana para notificar los ascensos. Primero, le tocó a César que estaba tan nervioso que pidió a su mujer que le llamara para comprobar el sonido del móvil: “Escuché a Antonio Rubinos decir ‘César te llamo para darte una buena noticia. Has ascendido a Primera División’.  Me emocioné y lloré mucho. Abracé a mi mujer y posteriormente pude hablar con Carlos, mis padres, mi hermano y mi hermana”.
Después vino la llamada a Carlos: “Yo recibí la llamada de Rubinos a las nueve menos cuarto de la mañana. Fui a ver a mis padres y darles la noticia y a los cinco minutos llamé a César. A partir de ahí, tuve que salir a correr y dejar el móvil en casa ya que no podía decir nada hasta que se publicara la noticia”.
Su próximo objetivo ambos lo tienen claro: “Mantener la categoría. Es un objetivo grandioso. Para ello tendremos que ir trabajando partido a partido y haciéndolo muy bien”.
Fuente: FRFUTBOL

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