La RFAF protege a los árbitros menores de edad


La RFAF ha tomado cartas en el asunto y ha aprobado unas contra la violencia, sobre todo para la defensa a los menores de edad, para combatir las agresiones físicas o verbales durante los partidos de fútbol en Andalucía.
Estas medidas van dirigidas para los árbitros, jugadores y padres y son la primera actuación del Defensor del Menor en el Fútbol Andaluz, nueva figura creada por la RFAF.
ÁRBITROS: Implantación para todos los árbitros menores de edad en Andalucía de un distintivo especial, bien visible en el pecho de su uniforme arbitral, con el lema “Árbitro Protegido RFAF: -18”, que tiene como objetivo el convertirse en una medida disuasoria ante cualquier intento de insulto o agresión al colegiado, haciendo ver al posible agresor que el árbitro es un menor de edad. En el lamentable caso de que se consuma la agresión, física o verbal, el llevar el distintivo servirá a los comités de disciplina deportivos para aplicar el agravante de menor de edad a la sanción impuesta por agresión al árbitro, sin que el agresor pudiese alegar que no sabía que el árbitro era menor.
JUGADORES: Aplicación de una recompensa para aquellos jugadores menores de edad a los que el árbitro les muestre una tarjeta verde (por la que el colegiado reconoce un gesto de juego limpio). Al siguiente partido, el jugador al que se le haya mostrado la tarjeta verde lucirá un brazalete con el lema “Jugador Fair Play”, que premia su labor y que portará con el orgullo de ser un ejemplo para el resto de sus compañeros y rivales en el partido. Cuando un club reciba tres tarjetas verdes durante una temporada recibirá la acreditación de “Club Deportivo” y cuando alcance las cinco tarjetas verdes será distinguido con el título de “Club Fair Play” en la Asamblea de la Federación Andaluza de Fútbol.
PADRES: Dedicada a los padres y a todos los aficionados que entren en una instalación deportiva donde haya menores jugando al fútbol. La RFAF distribuirá entre todas las instalaciones deportivas andaluzas un título de “Instalación protegida a los menores de edad” para que sea expuesto a la entrada y en el interior de la instalación de forma bien visible. De esta forma, todas las personas que accedan a la instalación estarán avisadas de que cualquier abuso o agresión que se realice a un menor de edad dentro de esa instalación conllevará consecuencias especiales de gravedad, previa denuncia ante los juzgados.
Fuente e imagen: RFAF


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