Sin fútbol por culpa de mamá

El Club Recreativo Villamediana ha decidido expulsar a una madre como socia de la entidad después de que ésta se encarase en dos ocasiones con las entrenadoras que dirigen a su hijo, de 7 años. Lo más llamativo es que el club considera que «dada su condición de menor de edad, [...] la expulsión del socio determina la imposibilidad de participación del menor en las actividades del club». Es decir, un pequeño se ha quedado sin fútbol por culpa de su mamá. «Nos da pena por el chaval, del que no tenemos ninguna queja, pero ya hemos pasado dos situaciones delicadas con la madre y no sabemos si se van a repetir», indican desde la dirección de la entidad.
Según el club, la historia comenzó en diciembre cuando, durante un torneo, la progenitora increpó a las entrenadoras, de 18 y 21 años, porque consideraba que su hijo no había jugado el tiempo que ella creía oportuno. «Después, nos reunimos con todos los padres para decir que no se iba a dejar que se insultase a nadie», explican. «Además, seguimos las normas de los Juegos Deportivos por los que cada niño debe disputar, al menos, uno de los cuatro cuartos. En los tres primeros no hay cambios y en el último es el cuerpo técnico el que decide», inciden.
Los hechos se dejaron en el olvido hasta que el pasado 18 de abril, en Lardero, la misma madre saltó a la cancha e interrumpió el juego por idéntica razón. «En el acta del árbitro se señala que se dirigió a las entrenadoras diciendo: «¡Es una vergüenza! ¡Una puta vergüenza! ¡Me cago en mi madre!», alegan desde el club.
Como consecuencia y, tras hablar con la madre, la junta directiva, formada por cinco miembros que votaron en el mismo sentido, decidió expulsarla como socia del club, lo que conlleva la salida de su hijo. «No queremos hacer daño al niño y sabemos que está dolida, pero no vimos otra solución posible. Esas broncas han ocurrido dos veces y no hay garantías de que no vuelvan a suceder», añaden. «Lo que no se puede permitir es que una entrenadora acabe llorando por culpa de una madre ni que los niños vean ese ejemplo», prosiguen.
La entidad villametrense alega que la progenitora ha cometido una falta muy grave recogida en el artículo 157 de la Ley del Deporte, en su apéndice 'J' («la protesta o actuación individual airada y ofensiva o el incumplimiento manifiesto de las órdenes e instrucciones emanadas de jueces, árbitros, técnicos, entrenadores, directivos y demás autoridades deportivas, con menosprecio de su autoridad»).
El Club Recreativo Villamediana espera que el asunto acabe aquí, ya que cualquier actuación posterior consideran que haría «un flaco favor al hijo». Mientras, la madre, a través de redes sociales, justifica que por un error suyo no se puede castigar al pequeño. «He asumido en mil ocasiones mi parte de responsabilidad y he rogado disculpas por ello», señala a través de Facebook.
Mientras, en la Dirección General de Deportes no conocían el caso pero explican que «el espectador, como parte colectiva del deporte, está sujeto a la legislación». Sin embargo, esperan a estudiar a fondo el caso para saber si un menor puede ser damnificado por la actuación de sus padres.

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