Rousseff recibe a jugador y árbitro víctimas de racismo en el fútbol
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff,
recibió hoy al volante Tinga, jugador del club Cruzeiro, y al árbitro
Marcio Chagas, víctimas de agresiones racistas en las últimas semanas, en
una reafirmación de su campaña para combatir cualquier tipo de discriminación
durante el Mundial de Brasil 2014.
"Fue (una reunión) importante porque mostró que ella (la
jefe de Estado) está preocupada con lo que ocurrió conmigo, con Marcio y con
(el también futbolista) Arouca", afirmó Tinga en una rueda de prensa que concedió en
la Presidencia tras el encuentro con la mandataria.
Un par de semanas antes de que los casos de discriminación
empañaran el fútbol brasileño,
Rousseff criticó los casos de racismo en el fútbol en el mundo y aseguró que el Mundial de
Brasil será un momento de respeto de las diferencias.
"Estamos
construyendo un país que respeta la diferencia. Quería decirles que el Mundial
es un momento especial donde los pueblos se encuentran para una disputa lúdica
en que la marca debe ser la convivencia armoniosa entre diferentes", dijo
entonces.
La
mandataria ha insistido en que el Mundial de Brasil, país en el que el 50,7 por
ciento de la población es negra o mulata, será un evento contra el racismo.
En su
campaña, la jefe de Estado de Brasil le pidió al papa Francisco en una
audiencia que tuvo con el Pontífice el mes pasado que divulgue durante el
Mundial un mensaje de respeto a las diferencias.
Rousseff
ya había manifestado su solidaridad para con los futbolistas brasileños
agredidos por ser negros pero, para dejar clara su posición, los convocó a una
reunió este jueves en el Palacio de Planalto, la sede de la Presidencia.
"Tuvimos
la oportunidad de conversar con ella sobre otras cosas que ocurren en el país en
términos de prejuicio. Esperamos que podamos concienciar a la población que el
respeto es un factor de educación", afirmó Tinga, quien le regaló a la
jefe de Estado una camiseta del Cruzeiro, tradicional rival del Atlético
Mineiro, el equipo de corazón de Rousseff.
Tinga
fue blanco en febrero pasado de insultos racistas en Perú durante
un partido de la Copa Libertadores entre el Cruzeiro y el Real Garcilaso.
Marcio
Chagas fue repetidas veces tildado de "mono salvaje" cuando se
desempeñaba como árbitro el miércoles de la semana pasada del partido entre el
Esportivo y el Veranópolis, por el campeonato regional del estado de Río
Grande do Sul.
El
volante Arouca, jugador del Santos y
que no pudo acudir a la cita con la mandataria, fue blanco de insultos racistas
el jueves de la semana pasada al final del partido en que su equipo se impuso a
domicilio por 2-5 al Mogi Mirim, con un gol del jugador, y certificó su
clasificación a la próxima fase del Campeonato Paulista.
En la
reunión entre Rousseff y las víctimas de racismo también participaron el
ministro de Deportes, Aldo Rebelo; la secretaria de Igualdad Racial, Luiza
Bairros, y el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho.
El
encuentro coincidió con la divulgación de un mensaje en que la Conferencia
Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB, episcopado) pidió a las autoridades un
combate eficaz al racismo durante el Mundial.
"El
éxito del Mundial no será medido por los valores que inyectará en la economía
ni por las ganancias que proporcionará a los patrocinadores sino por, entre
otros, el combate eficaz al racismo y a la violencia", según el mensaje
del episcopado de la iglesia católica en Brasil.
(Agencia EFE)
Noticia: http://noticias.lainformacion.com/
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