Paula Ome: la cara del arbitraje femenino en Colombia


Su historia en el fútbol comenzó bajo ‘los tres palos’ como arquera, a los 13 años Paula Fernández Ome jugaba en la Liga de Fútbol de Bogotá.

“Desde pequeña siempre, siempre, me gustó el fútbol. Veía por televisión los campeonatos profesionales y era muy aficionada, y, aunque no era muy buena, me desempeñaba como guardameta”.

Después de terminar sus estudios en el colegio y con el deseo de realizar una carrera profesional, no contaba con muchos recursos para entrar a la universidad. Fue en medio de un campeonato de fútbol de salón cuando un árbitro la tentó por primera vez que explorara el mundo del silbato.

“En principio mi respuesta fue un no rotundo, yo quería ser jugadora. Logré entrar a la universidad, pero no tenía como pagar, así que decidí llamar al señor. Entré a la escuela de arbitraje y cuando empecé a pitar partidos me pude solventar los primeros semestres”.

Fue así como en el 2013 comenzó su periplo en el arbitraje, no sin algún tipo de problema.

“Todos los días para mí era un reto dirigir a los hombres. Ver a una mujer pitando no era usual, entonces todos los días era como romper un paradigma con algún papá, con algún jugador o entrenador, que no les gustaba ver a las mujeres dentro del campo de juego”.

Paula de 26 años, licenciada en ciencias del deporte y la educación física de la Universidad de Cundinamarca, ya no pita por dinero, “sino por amor a lo que hago”.

“Nuestra función es aplicar las reglas del juego, pero también somos administradoras del mismo. ¿Por qué? Porque debemos controlar las emociones de las 22 jugadoras, de los bancos técnicos, y de 20 o 30 mil personas que hay en la tribuna”.

“Independientemente de la situación que se presente en el campo, nuestra prioridad es que siempre haya justicia. Por eso un buen árbitro debe saber controlar sus emociones, porque el fútbol es incertidumbre, es eso lo que lo hace tan emocionante”, resalta la juez central que ya acumula sobre sus hombros un centenar de partidos de experiencia, tanto en el ámbito local como internacional

Los primeros retos arbitrales de Fernández Ome se dieron en la Liga de Fútbol de Bogotá, luego pitó en la Pony Fútbol de Medellín, en copas Claro y torneos de Difútbol. Desde 2017 dirige en la Liga Profesional Femenina y a nivel internacional ha participado en el suramericano sub-17 femenino disputado en Uruguay (2022), y en los Juegos Bolivarianos de Valledupar en este mismo año.

Las experiencias y anécdotas en la cancha son incontables, pero para ella y otras árbitras colombianas, la más inolvidable fue el inicio de la Liga Femenina.

“Para todas fue una experiencia inolvidable. El hecho de que se profesionalizara la Liga Femenina fue un paso enorme. Ese primer partido para mí fue inolvidable porque sabes en ese momento que estás haciendo historia. Primera fecha, primer torneo, primer partido, eso para el equipo arbitral fue único”.

Fuente: RTVC


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