Belén Clavijo, de no querer arbitrar a conseguir la escarapela FIFA
Belén Clavijo Pérez (Colonia, Uruguay,1992), lo tenía claro: quería ser futbolista, aunque su padre, el ex árbitro Rafael Clavijo, le insistía que siguiera su carrera arbitral. Cuando cumplió los 18 años y por darle gusto a su padre y luego poder decirle con buenos argumentos “no me gusta el arbitraje”, se apuntó en un curso intensivo de seis meses. Fue entonces cuando se enamoró de las Reglas de Juego y no abandonó más.
“Siempre quise jugar al fútbol,
pero hace más de 20 años el fútbol femenino no era lo que es ahora y no había
cuadro de mujeres en Colonia. Entonces la única manera de jugar era con los varones
y no estaba bien visto. Nunca tuve la oportunidad de jugar y fue algo que
siempre me quedó pendiente”
“Se hizo un curso en Colonia para
arbitrar y mi padre me dijo que lo hiciera, yo no lo quería hacer porque a mí
lo que me gustaba era jugar, no me gustaba arbitrar. Me insistió tanto que le
di el gusto como para decirle ‘no me gustó, ya está’. Pero cuando empecé el
curso me sucedió todo lo contrario a lo que imaginaba porque me encantó desde
el primer día. Me enamoré del arbitraje”
Lo que más le gustó fue ver el
fútbol desde otra perspectiva: “de una manera que nunca antes había visto. Ahora
lo veía desde otra perspectiva, me gustó muchísimo conocer las Reglas de Juego,
y después estar adentro de la cancha con los jugadores; poder vivirlo desde
adentro fue algo que me atrajo”.
Si bien estudió periodismo
deportivo, Belén no tuvo la oportunidad de ejercerlo. Pero, al mismo tiempo,
aprovechó que AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) y OFI (Organización del
Fútbol del Interior) hicieron por primera vez en Colonia un curso de arbitraje:
“Fueron dos años y a la cancha, lo primero que hice fue fútbol masculino.
Empecé con sub 14, inferiores, después hice sub 20 y en Primera división, ingresando
en la AUF en 2016. Fui la primera mujer en arbitrar Primera división en
Colonia”.
Además de cumplir tareas en la
Intendencia coloniense de lunes a viernes, de entrenar todos los días, Belén
viaja los fines de semana para dirigir: “Si no te gusta llega un momento que te
supera la situación y lo dejas. Gracias a Dios me encanta y trabajo toda la
semana para llegar bien al fin de semana. Entreno y voy al nutricionista para
mantenerme de la mejor manera posible”
El sacrificio dio sus frutos y
desde este año es árbitra asistente internacional: “Es un orgullo y una emoción
haberlo logrado, costó muchos años”.
En AUF está en la segunda
categoría, por lo que puede arbitrar Primera División Femenina y en las categorías
masculinas de Tercera División, sub-19 y Primera C.
Fuente: REFERI
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