César Soto, de Segunda B a Primera en dos años
El árbitro
del Comité Riojano César Soto Grado (Toledo - 1980) arbitraba en Segunda B y en
dos años ha pegado el salto, primero a Segunda y el pasado verano a Primera
división. Por el momento lleva catorce partidos arbitrados y otros tantos al
cargo del VAR.
César
Soto de joven se trasladó a La Rioja donde comenzó con su pasión:
“Trabajaba en verano como socorrista en Las
Norias para pagarme los estudios. Allí, un compañero, Toni, como sabía que me
encantaba el fútbol, me animó a empezar como árbitro de fútbol sala. Ascendí a
Segunda B y el secretario me pidió que probase con el fútbol. Subí a Tercera y
tuve que elegir y me decanté por el fútbol”
No fue
fácil: un ascenso a Segunda B, un descenso y otra vez a la categoría de Bronce,
donde pasó seis temporadas antes de llegar a la Liga 1,2,3.
“Salió
una buena temporada y nos ascendieron a Primera. Al principio soñaba con llegar
al fútbol profesional, pero ahora, al probarlo, mi deseo es continuar”.
No se
esperaba ascender a Primera esa temporada, pero se ha adaptado muy bien.
“Estoy
muy contento porque era inesperado. Ascendí con 38 años, cuando rara vez se
estaba subiendo con más de 35. Pensaba que Segunda era mi meta. Arbitrar en
Primera para mí era más que un sueño, era como volar. Pero la realidad ha
superado mis sueños.
Hace
menos de dos años arbitraba en Segunda B y es muy diferente a Primera, hay un
salto enorme. El fútbol es más rápido, hay una mayor presión y las acciones
tienen más repercusión. Un error se multiplica por mil”.
La temporada
de su debut se ha visto cortada por el coronavirus aunque sigue trabajando
desde cas:
“Entreno
físico todos los días, casi estoy más en forma, aunque me falta el campo y las
botas. Y, además, el Comité Técnico de Árbitros nos envía jugadas, vídeos para
revisar y mejorar nuestras actuaciones. También hemos tenido videoconferencias.
Y en La Rioja también nos mandan trabajo. Ojalá la gente viera lo que
trabajamos”.
Fuente: La Rioja
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