El VAR: ¿avance o retroceso?

"Referees" (CC BY 2.0) by Ronnie Macdonald
Para muchos, el VAR (Video Assistant Referee, por sus siglas en inglés) era sin duda un paso adelante, un avance. Era la dirección correcta en lo que se refiere a caminar hacia un fútbol más justo y con menos agravios. La solución a los errores arbitrales que, en ocasiones, decantaban la balanza a favor o en contra de uno u otro equipo por factores externos a lo estrictamente futbolístico. Es decir, a los méritos o deméritos de ambos conjuntos enfrentados entre sí para llevarse o bien una victoria o bien una derrota, a veces un empate. Suponía que esas victorias, empates o derrotas iban a estar solo ligadas a lo que hacían los jugadores sobre el terreno de juego. 
Todo lo anterior se había visto influenciado durante años por la no fácil tarea de los árbitros y sus asistentes. Un gol en fuera de juego que no lo fue, una mano dentro del área que lo fue y no se pitó, una entrada que tuvo que significar una tarjeta roja directa y sin embargo solo fue amarilla... o se quedó en amonestación verbal. El VAR, cuyo uso fue aprobado en 2016 por la IFAB después de que una eminencia como Pierluigi Collina liderara la supervisión del proyecto, llegó al fútbol para acabar con las situaciones descritas.
Con la incorporación de la tecnología al fútbol - ya se había incorporado antes la detección automática de goles en caso de que la pelota rebasara la línea de meta - se daban por concluidas las polémicas al final de cada partido en las crónicas y tertulias radiofónicas y televisivas. También las protestas de jugadores, entrenadores y directivos a los respectivos órganos de competición. La posibilidad de revisar dos y más veces todas las jugadas en una sala llena de pantallas, denominada VOR (Video Operation Room, por sus siglas en inglés), parecía el ocaso de los desaciertos arbitrales. En las apuestas de fútbol online para hoy no se debería esperar que esos desaciertos tuviesen algún tipo de influencia como sí la ha tenido en algunos partidos del Real Madrid, favorito ahora mismo en Betfair para ganar el campeonato doméstico.
La pregunta es: ¿se llegó a poner encima de la mesa que, incluso con VAR, la última decisión la iba a tener siempre el árbitro? ¿Qué es este último quien interpreta la jugada y termina por indicar una u otra resolución? ¿Que incluso tiene la potestad de determinar si es necesario o no "pedir ayuda" al VAR? La respuesta no puede ser otra que sí, y más teniendo en cuenta que quienes estuvieron detrás de la implementación de esta tecnología fueron precisamente árbitros.
Incluso en el hipotético y probable caso de que las cuestiones previas se tuviesen en cuenta, lo que parece que no se tuvo en cuenta fue el hecho de que el VAR no iba a acabar con las polémicas ni con las protestas, que el VAR no iba a ver cumplida la profecía de la justicia futbolística que predicaba iba a traer. Con el VAR, sigue habiendo crónicas y tertulias que discuten largo y tendido sobre una u otra decisión arbitral que ha beneficiado o perjudicado a uno u otro equipo. Sigue habiendo protestas de jugadores, entrenadores y directivos. Este escenario, el de que el VAR no ha acabado con las injusticias, es el caldo de cultivo para los detractores de la tecnología en el fútbol que sostienen que esta, y en concreto el VAR, no es un avance sino un retroceso.

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