Tres árbitras hacen historia en el Mundial Sub-17
Claudia
Umpiérrez, Luciana Mascaraña y Mónica Amboya han sido el centro de atención en
la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Brasil 2019, al el primer equipo arbitral
completo que participa de un Mundial masculino.
Del trío,
Claudia (1983) es la árbitra principal y ejerce como abogada en su Uruguay
natal. Luciana (1981), maestra de educación física y compañera uruguaya
mientras que Mónica (1982) es una ex atleta y actual maestra de matemáticas de
Ecuador.
Los tres
tienen experiencia en el arbitraje en las ligas profesionales de su país, en el
caso de Claudia desde 2010, y el trío más recientemente participó como equipo
en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019.
¿Qué es lo que más las emociona de estar en la
Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Brasil 2019?
Claudia:
Primero la designación, porque fue inesperada. Para nosotras, después de
Francia el año estaba terminado en términos de proceso mundial. Cuando llegó
fue una gran emoción. Son esos momentos que uno siente que tanto esfuerzo valió
la pena. A lo largo de una carrera no es todo color de rosa. Mónica y yo somos
mamás, tuvimos que pasar por el momento del embarazo, volver después del
embarazo. Hubo momentos que una lloró de tristeza porque las cosas no salían como
quería, y ahora se llora de felicidad porque sentís que se concretaron sueños.
Mónica:
Ese fue el día más feliz. Cada una estaba llegando a su trabajo. Tenemos un
grupo de whatsapp y nos comunicamos. La reacción fue gritarlo, llorarlo, porque
la verdad es una oportunidad muy grande.
Luciana:
Iba para el trabajo, me avisó Moni. Tuve que parar porque empecé a llorar y
llorar. Se te pasan muchas cosas por la cabeza... El día que uno recién empieza
y dice ‘por qué me gusta esto’. La familia, los amigos que también te preguntan
qué te gusta del arbitraje...
¿Cómo ha sido la experiencia a nivel grupal?
C: El
grupo que hay es maravilloso. Estamos honradas de compartir con compañeros que
trabajan en las mejores ligas, de observar, de aprender. No es solo el torneo,
es lo que nos llevamos de la preparación. El uso del VAR o la posibilidad de
ver y corregir en el momento los trabajos. Son cosas que nos enriquecen.
M: El
intercambio de experiencias con los varones nos hace aprender. Y su ayuda y
apoyo, que nos hagan sentir parte del grupo, es indispensable. El grupo ha sido
muy bueno con nosotras y nosotras tratamos de corresponder con esfuerzo.
C: Ellos
saben del esfuerzo extra que hemos tenido que hacer y que estamos acá porque
nadie nos regaló nada y peleándola como la pelean ellos, ganándonos las cosas
partido a partido.
¿Cómo evolucionó el trato de los jugadores en
el campo?
M: El
nivel de aceptación es amplio. Al principio pudo haber habido ese impacto de
ver tres mujeres, pero con el trabajo que hacemos dentro de la cancha terminan
diciendo que estamos en las mismas condiciones que los varones y podemos tomar
las mismas decisiones. Para eso nos preparamos.
C: Con
los aciertos vas ganando credibilidad. Ya quedó demostrado que el arbitraje no
tiene género. Lo que hay que tener es preparación y ser profesional, porque si
una se queda sentada en la casa mirando la tele y te llega la oportunidad, las
cosas no van a salir bien. Hay que trabajar, trabajar y trabajar. No hay otro
camino.
¿Qué consejos les pueden dar a las niñas que
sueñan con ser como ustedes?
C: Cuando
me invitan a dar charlas en los colegios siempre uso una frase que es una forma
de vida: insistir, persistir, resistir y nunca desistir. Si una tiene un sueño,
hay que trabajar por conseguirlo. Habrá obstáculos, pero hay que demostrarle al
resto que esos obstáculos no te van a impedir sino fortalecer.
M:
Siempre hay que soñar pero para que se cumpla, hay que entregarse al 100 por
ciento. Yo tengo dos hijas y siempre les digo que el sueño nunca hay que
dejarlo porque es más difícil recuperar lo que ya has avanzado que seguir
luchando por querer llegar.
L: Soy
profe de educación física y te cuentan que el padre o la madre no las dejan
jugar al fútbol. Van creciendo con esos mitos, pero si tienen un sueño que
luchen por ello. Nosotras estamos acá y vale la pena el esfuerzo.
Fuente:
FIFA
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