Perfil del árbitro: 10 puntos a tener en cuenta



Tijuana, Baja California, México. (Rafael Michel*). - El contorno de egreso define la ganancia formativa que un árbitro debe alcanzar al ir adquiriendo experiencia y lo expresa conforme a su desempeño. Dicho logro no es resultado del trabajo del juez al final del trayecto, sino el resultado de su amaestramiento progresivo a lo largo de las alturas instructivas previas; para que a la postre pueda “brillar con luz propia”.
Un aprendizaje clave es un conjunto de conocimientos, prácticas, habilidades, actitudes y valores fundamentales que contribuyen sustancialmente al crecimiento integral del árbitro, los cuales se desarrollan específicamente en el Colegio de árbitros y que, de no ser aprendidos, dejarían carencias difíciles de compensar en aspectos cruciales para su desarrollo como autoridad fuera y dentro del terreno de juego. El logro de aprendizajes clave posibilita que los jueces deportivos desarrollen un proyecto personal y disminuye el riesgo de que sea excluido para dirigir partidos importantes o no sirva para impartir justicia. En contraste, hay otros aprendizajes que, aunque contribuyan positivamente al desarrollo del juez, pueden lograrse con continuidad y con sentido común y/o experiencias que les brinde la vida deportiva; por ello creemos que:
1.- El árbitro genera confianza, honestidad y eficacia.
Su personalidad y autoridad genera elementos esenciales como la honestidad, confianza y eficacia para impartir justicia deportiva; además de utilizar su lenguaje propio y en forma concisa para comunicarse con eficacia, respeto y seguridad en distintos contextos deportivos con múltiples propósitos e interlocutores deportivos y con la comunidad en general. Describe experiencias, acontecimientos, deseos, aspiraciones y opiniones.
2.- El árbitro fortalece su pensamiento.
Amplía su conocimiento de técnicas, estrategias y conceptos para plantear y resolver problemas con distinto grado de complejidad dentro y fuera del terreno de juego, así como para modelar y analizar situaciones. Valora las cualidades del pensamiento arbitral.
3.- El árbitro gusta de explorar y comprender la función que desempeña.
Identifica una variedad de raros y complejos escenario dentro y fuera del terreno de juego, que se pudieran presentar, logra leer cada acción de juego y sobre todo de los protagonistas. Su intención y sus alcances, identificando a los habilidosos y/o marrulleros.
Se informa con las fuentes autorizadas e indaga aplicando principios del escepticismo informado. Formula preguntas de complejidad creciente, realiza análisis e imaginándose diferentes escenarios, para que a la hora de la realidad actué conforme al espíritu de las reglas de juego y los estatutos ya establecidos por las competencias respectivas funciones; Sistematiza sus hallazgos-aprendizajes, construye respuestas a sus dudas-preguntas y comprende la relevancia que tiene el estudio de las reglas y la preparación física y técnica antes de cada compromiso obtenido y/o designación.
4.- El árbitro desarrolla el pensamiento crítico.
Formula preguntas para resolver problemas de diversa índole dentro y fuera del terreno de juego. Se informa, analiza y argumenta las soluciones que propone, y presenta evidencias que fundamentan sus conocimientos y conclusiones. Reflexiona sobre sus procesos de pensamiento, se apoya en organizadores diversos para plantearse diversos para representarlos y evalúa su efectividad al juzgar situaciones inmediatas.
5.- El árbitro es autocritico.
El árbitro asume responsabilidad de autocritico para mejorar sobre su prosperidad y el de los otros, y lo expresa al cuidar su cuerpo, su mente y las relaciones con los demás. Aplica estrategias para procurar su bienestar en el corto, mediano y largo plazo. Analiza los recursos que le permiten transformar retos en oportunidades. Comprende el concepto de proyecto de vida deportiva para el diseño de planes personales y poder brillar con luz propia dentro y fuera del terreno de juego.
6.- El árbitro favorece la colaboración.
Reconoce, respeta y aprecia la diversidad de capacidades y visiones al trabajar de manera colaborativa. Tiene iniciativa, emprende y se esfuerza por lograr proyectos personales y colectivos.
7.- El árbitro asume su identificación.
Se identifica como autoridad. Reconoce la diversidad individual de sus semejantes, y tiene conciencia del papel que debe desempeñar. Actúa con responsabilidad deportiva poniendo en práctica todos los valores humanos y deportivos, con apego a los derechos y obligaciones de cada quien y respetando el espíritu deportivo de cada una de las reglas de juego y las directrices que le ordenan desarrolle.
8.- El árbitro evita conductas de riesgo.
Activa sus experiencias personales y compartidas y las adapta a distintas situaciones que se afronta en el juego y en la toma de decisiones. Adopta un enfoque preventivo al identificar las ventajas de cuidar su cuerpo, tener una alimentación balanceada y prepararse dentro y fuera del aula.
9.- El árbitro es responsable. Suscita el cuidado del ambiente deportivo, con todo lo preventivo de forma activa. Identifica problemas relacionados con el cuidado del espectáculo antes, durante y después del cotejo al utilizar los recursos a su alcance con responsabilidad y racionalidad. Se compromete con la aplicación de las reglas y acuerdos para lograr que se fomente la Cultura de la Legalidad y la impartición deportiva.
10.- El árbitro emplea sus habilidades
Compara y elige los recursos tecnológicos a su alcance y los aprovecha con una multiplicidad de fines para aprender mucho mejor. Además de aprender diversas formas para comunicarse y obtener información, seleccionarla, analizarla, evaluarla, discriminarla y construir conocimientos deportivos para mejorar su función dentro y fuera del rectángulo deportivo.
Rafael Michel. Ex árbitro profesional e instructor de árbitros -del sector aficionado y profesional-. Actualmente asesor de árbitros profesionales.

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