Kylie Cockburn arbitra y agente de policía
Kylie
Cockburn (Escocia – 1988) es una de las árbitras que participó de pitar en la
Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019 y los sábados dirige partidos de
la máxima categoría del fútbol escocés, pero el resto de la semana lo pasa cumpliendo
con el deber que corresponde a su profesión de agente de policía: “¿Insultos? en mi trabajo me llegan a pasar cosas mucho peores”.
“Al trabajar de policía aprendes a hablar con
la gente y a quitar hierro a situaciones tensas en las que los nervios están a
flor de piel. En mi profesión tengo que tratar con gente que tiene problemas
serios un día sí y otro también, y eso resulta muy útil para gestionar los
conflictos que pueden surgir en un campo de fútbol”.
Durante
su adolescencia, soñaba con jugar una Copa Mundial Femenina de la FIFA y luchó
con entusiasmo por conseguir ese objetivo, pero los compromisos laborales y la
cada vez más evidente constatación de que carecía del talento necesario para
llegar a la selección la llevaron a cambiar de rumbo: “Tenía 21 años cuando
empecé a arbitrar y para entonces había jugado ya en la máxima categoría del
fútbol femenino escocés. Lo que pasa es que, con los turnos de trabajo en la
policía, se hacía muy complicado ir a los partidos y entrenar tres o cuatro veces
por semana”.
“Llegué a
jugar en la selección escocesa sub-17, pero lo dejé posteriormente porque ya
empezaba a darme cuenta de que no iba a llegar a la élite. Sin embargo, soy una
persona que no se queda de brazos cruzados ante este tipo de cosas, así que me
dije: ‘Vale, en estas circunstancias... ¿qué puedo hacer para llegar a lo más
alto?’ Y fue entonces cuando se me ocurrió probar con el arbitraje, y me alegro
mucho de haberlo hecho”, explica.
El
momento más destacado de la trayectoria arbitral de Cockburn llegó sin duda con
la inesperada llamada para participar en la recientemente disputada Copa
Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, por lo que tuvo que pedir a la
policía un permiso no remunerado para poder estar en la cita mundialista: “La
cita gala había sido en todo momento un objetivo, pero aun así me sorprendió la
llamada, porque, en general, soy todavía una recién llegada en el mundo del
arbitraje a este nivel”.
Dado el
desgaste que implican tanto la profesión como su pasión, Cockburn tiene claro que
tiene que centrarse en sus metas: arbitrar al más alto nivel del fútbol
masculino y estar en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023.
Fuente: FIFA
¿Qué opinas?