Fernando Román, su ilusión por el arbitraje sigue intacta

El colegiado Fernando Román Román (Palencia – 1988) ha cumplido 17 años en el arbitraje y durante estos años ha combinado esta actividad con sus estudios y su trabajo de Profesor de Educación Física: “Todo comienza en el año 2001 a través de dos amigos de clase que me comentan que si quiero ser árbitro. Yo jugaba en el San Juanillo y al principio pienso 'dónde me quieren meter'. Luego di el paso, hice el curso y empecé a arbitrar partidos de pre benjamines y benjamines”

Desde entonces ha ido subiendo de categoría, con su trabajo y sacrificio,  hasta llegar a Segunda B (Temporada 2010-2011), a sus 22 años fue uno de los colegiados más jóvenes en dar el salto a esta categoría: “El arbitraje tiene muchísimos aspectos positivos. Maduras muy rápido. Tienes que ser tú mismo y tener mucha psicología positiva. Además tienes que estar muy bien físicamente. Un jugador de fútbol puede pedir el cambio en el minuto 60, un árbitro no. Y se hacen muchos amigos de los de verdad.”

Durante su dilatada carrera ha sufrido las iras de los aficionados y sobre todo de los padres en el fútbol base: “Muchos padres aún piensan que su hijo va a ser una gran estrella y no se dan cuenta de que los niños están ahí para disfrutar y pasárselo bien. Es duro para todos los que hemos formado parte del deporte base ver como los padres gritan a los árbitros, a los entrenadores y a los mismos niños.”

Fernando destaca la importancia de mantener la tranquilidad: “A lo largo del partido hay muchas decisiones complicadas, pero lo más difícil es convivir con el error. Poco a poco te vas haciendo. En Segunda B todos los partidos son televisados. Los jugadores son muy listos y te vienen a decir que te has equivocado para ver si pitas algo a su favor.”

A pesar de las dificultades, él mantiene la misma ilusión que cuando comenzó: “Tener un cabreo en el descanso o al final del partido, sí. Algo pasajero, que te pegas una ducha de agua fría y sigues adelante. Pensar en dejarlo, nunca”

Fuente: Diario El Norte de Castilla