Injusticia: Sólo se le recuerda por las 36 tarjetas rojas en un partido

Hace siete años se disputó el encuentro correspondiente a la jornada 23 de la temporada regular de la Primera D argentina entre los equipos Claypole y Victoriano Arenas que no tendría más historia que un partido de fútbol sin más trascendencia si no fuera por las incidencias acontecidas: el árbitro sacó 36 tarjetas rojas, a los 11 titulares y los 7 reservas por equipo.

En marzo del 2011 en la ciudad de Claypole, al sur de Buenos Aires, se jugaba un partido sin transcendencia que se convirtió en el encuentro con más expulsados en la historia del fútbol (no tenemos noticia de otro con más expulsados). Aunque había una cierta rivalidad entre los equipos, no se esperaba que al final Rubino tuviera que utilizar la tarjeta roja en 36 ocasiones, no se salvó ni los jugadores del terreno de juego ni los del banquillo, tras la batalla campal que se desató sobre el campo una vez finalizado el partido puesto que el partido fue por cauces normales.

Damián Rubino nació en Buenos Aires en el año 1981 desempeña su labor arbitral para la Asociación del Fútbol Argentino desde el año 2006 y lo compagina con su trabajo puesto que es Contador Público Nacional egresado de la Universidad de Buenos Aires.

El mismo recuerda los hechos: "El partido fue tranquilo en general, no hubo incidentes mayores. Hubo un expulsado al final del primer tiempo, pero por dos amonestaciones, algo normal para la categoría. El segundo tiempo se desarrollaba tranquilo, pero el jugador que fue expulsado en el primer tiempo estaba mirando la acción del otro lado del alambrado, sin la ropa de jugador. Cuando pito el final del encuentro ingresa por detrás de la policía por una puerta que estaba abierta y le pega un golpe de puño a un adversario. Y cuando le pega el golpe, comienza a correr porque todos los jugadores le querían ir a pegar, intentan con patadas, con todo, entran al vestuario, pelean y luego salen hasta que la policía intervino”.

Rubino justifica que no mostró las tarjetas rojas en ese momento: "porque no es lo recomendable, ya que generaría más violencia. Y en la confección del informe yo detallo quienes están expulsados y quienes están amonestados, y en este caso los incluyo a todos en la casilla de expulsados porque a criterio de la terna arbitral todos estuvieron involucrados en la pelea".

Pese a ello sigue arbitrando partidos, es consciente de que su nombre sólo sea recordado por el partido de las 36 expulsiones: “No es un récord positivo y no me satisface ser parte de él, porque no fue positivo para mi carrera. No me favoreció y tal vez me perjudicó porque estuve como un año sin dirigir a ninguno de esos dos equipos pese a que nunca tuve problemas con ellos".