La noche más larga de "El Chato"


Recientemente, todos los medios de comunicación deportivos se hicieron eco de la muerte el mítico árbitro colombiano Guillermo “Chato” Velásquez a los 84 años, colegiado que se hizo famoso en 1968, cuando, en el estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá, expulsó al entones mejor jugador del mundo, Edson Arantes do Nascimento, “Pelé”.
Este hecho, aparte de ser “Pelé” el expulsado, no sería noticia si no fuera porque los aficionados de El Campín clamaron para que el jugador volviera, mientras los médicos dictaminaban 25 días de incapacidad para el colegiado agredido, aunque al final no cumplió estos días de incapacidad porque arbitro un partido a los pocos días del suceso.
La noche del miércoles 17 de julio de 1968, en el estadio Nemesio Camacho El Campín de Bogotá, con más de 50.000 espectadores que acudieron a presenciar el partido amistoso entre el Santos del Brasil contra la selección Colombia que se preparaba para los Juegos Olímpicos de México 1968.
El encargado de dirigir el encuentro fue el árbitro Guillermo Velásquez  que tuvo una serie de altercados con los jugadores brasileños desde el primer minuto aunque el encuentro transcurría con normalidad.
Hasta que llego el minuto 35  cuando “Pelé” reclamó un posible penalti al que “El Chato” Velásquez hizo caso omiso, por lo que “Pelé” en sus reiteraciones, parece ser, insultó al árbitro y “El Chato” Velásquez lo expulsó del terreno de juego.
Los jugadores del Santos se fueron a por el “Chato” y empezaron a agredirlo. Hasta los suplentes del Santos se sumaron a los golpes. Y mientras el árbitro se defendía de sus agresores, el público empezó a protestar por la expulsión de “Pelé”, y a pedir que regresara al terreno de juego
Velásquez, visiblemente afectado por los golpes, tuvo que salir del encuentro rumbo a un hospital. Lo increíble es que el partido no fue suspendido sino que pusieron un sustituto,  Omar Delgado, el que determinó que “Pelé” regresara al campo de juego.
Como aficionado, en las gradas estaba el árbitro chileno Mario Canessa, y la solución fue que saltara al terreno de juego para ejercer como juez de línea, y lo hizo no en traje deportivo, sino vestido de chaqueta y corbata.
Asistido por el abogado Lisandro Martínez Zúñiga, “El Chato” Velásquez había interpuesto una denuncia por lesiones personales contra los jugadores de Santos. De tal manera que, al término del encuentro, en vez de trasladarse al hotel o tomar rumbo al aeropuerto El Dorado, el equipo brasileño fue llevado a la Comisaría del Norte, donde se dispuso todo lo pertinente para hacer cumplir la ley y no dejar pasar lo que había sucedido en el estadio. (Imágenes del suceso)

Fuente: El Espectador


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