Nueva agresión a un árbitro juvenil de fútbol en León

La sinrazón de la violencia volvió a aparecer en el fútbol en el partido de Segunda Provincial Juvenil que enfrentaba ayer al Atlético Templario y al Cubillos en los campos Ramón Martínez de Ponferrada. En los últimos instantes del partido, el colegiado, Carlos Frey, de 18 años, señaló un penalti contra el Cubillos y, tras amonestar a un jugador por protestar su decisión, éste le respondió propinándole un golpe con la mano en el pómulo.

Afortunadamente, la agresión se quedó ahí y el joven árbitro fue atendido en el propio campo sin que, en principio, se apreciaran lesiones graves, aunque el partido no continuó. Tras recibir las pertinentes atenciones médicas en las instalaciones deportivas, Carlos Frey acudió al Hospital El Bierzo para obtener el parte de lesiones antes de presentar la correspondiente denuncia en la comisaría de Policía de Ponferrada.

El representante de los árbitros del Bierzo, Jesús Marqués Nistal, declinó hacer declaraciones ayer y prefiere esperar a la reunión semanal del Comité de Árbitros para estudiar el caso y tomar las medidas que se consideren oportunas en el ámbito deportivo, ya que en el judicial será la policía la que tome los pasos oportunos al existir denuncia.

En cualquier caso, Marqués Nistal sí lamentó los hechos, destacando que «en estos casos, el dolor moral es mayor que el físico, porque permanece durante más tiempo. Lo que molesta es la sinrazón de la agresión, porque puedes estar en desacuerdo con la decisión del árbitro y el árbitro puede estar equivocado al señalar alguna jugada, pero si entras en el terreno de la violencia pierdes toda la razón. Es algo que no tiene explicación». Marqués Nistal también aseguró que Frey estaba «anímicamente bien, que es algo muy importante».

Precedente en León

Este incidente se produce casi un año exacto después del último de similares características acontecido en la provincia de León. El 15 de marzo de 2014, el padre de un jugador del Bosco B agredió al árbitro, de 16 años, en el transcurso del partido de prebenjamines que enfrentaba al equipo de su hijo y al San Andrés B. En aquella ocasión, la agresión fue bastante más grave, llegando a afectar al ojo derecho del joven colegiado.

Lamentablemente, ayer se escribió un capítulo más de la larga lista de agresiones sufridas por los árbitros de fútbol, habitualmente en categorías inferiores y de formación. En casos anteriores, desde el colectivo arbitral se llegó a amenazar con huelgas para remarcar el hecho de que la figura del trencilla es indispensable para la disputa de los partidos.

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