Lesiones musculares más frecuentes del árbitro de fútbol

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Las lesiones musculares son las más frecuentes en los deportistas y se pueden producir tanto en el entrenamiento como en la competición, destacando entre ellas la rotura fibrilar. Por ello, en el siguiente artículo te presentamos las claves para entender mejor las patologías musculares asociadas a la práctica deportiva.

Los grupos musculares más afectados son los propios de la actividad deportiva practicada, en el caso del fútbol son:
- Músculo cuadriceps (parte anterior del muslo).
- Músculos isquio-tibiales (parte posterior del muslo).
- Músculos gemelos y soleo (parte posterior de la pierna).

CAUSAS:

Las lesiones musculares según sus causas se pueden clasificar en:

a.- Lesiones traumáticas internas. Pueden ser causadas como consecuencia de la actividad física desarrollada por el propio individuo. En este caso pueden destacar dos grupos.

- Desequilibrios de la estática del individuo. Son malformaciones adquiridas o congénitas del aparato locomotor como puede ser el pie plano valgo, pie cavo, tobillos o rodillas en varo / valgo, disimetría de miembros inferiores.
- Estados patológicos del músculo. Debido a enfermedades infecciosas, endocrinas, metabólicas o degenerativas, aunque lo más frecuente son trastornos hidroelectrolíticos como la deshidratación de agua y sales minerales.
En las lesiones traumáticas internas causadas por el entorno del deportista, destacan las lesiones producidas por el entrenamiento, por la competición, por el calzado o por el terreno de juego. Así podemos detallar:
- En los entrenamientos se pueden sufrir lesiones como consecuencia de su exceso, pudiéndose producir desde tendinitis por sobrecarga hasta fracturas por fatiga.
- Otra forma de lesionarse en el entrenamiento es hacer los esfuerzos físicos sin haber realizado antes un calentamiento adecuado y correcto.
- Durante la competición se producen lesiones por la realización de esfuerzos bruscos o graduales que van más allá de los límites del propio organismo.
- El calzado o el terreno de juego en malas condiciones puede alterar la estática del pie, produciendo apoyos anormales que degeneran en diversas lesiones musculares.

b.- Lesiones traumáticas externas. Son consecuencia de la aplicación de una fuerza externa sobre el músculo del deportista (golpes fortuitos, entradas de otros jugadores).

TIPOS:

- Contusión muscular. Producida por una fuerza exterior sobre el músculo. No afecta a las fibras musculares y sí al tejido conjuntivo que rodea al músculo. La sintomatología consiste en una zona inflamatoria con o sin hematoma, y con dolor tanto en reposo y como a la movilización.
- Calambre muscular. Corresponde aproximadamente al 15% de la patología deportiva. Constituye el primer paso de una distensión o contractura muscular. Producido por un estado de fatiga del músculo por alteraciones metabólicas o de sales minerales (sodio, potasio, calcio), o porque el músculo experimenta una contracción súbita cuando no está preparado para ello (falta de calentamiento). La sintomatología se caracteriza por un dolor agudo que cede al estirar pasivamente el músculo. Es frecuente que quede un pequeño dolor residual posterior.
- Distensión muscular: Estiramiento muscular por encima de sus límites. Si la distensión se produce un número de veces en poco tiempo, se produce una contractura. No se produce lesión anatómica. La exploración es normal. No produce sintomatología excepto el dolor implicado al hacer trabajar el músculo. No hay dolor en reposo.
- Rotura de fibras (tirón muscular). Se produce cuando el estiramiento del músculo es muy intenso, dando lugar a una contracción muscular brusca contra resistencia y produciéndose la rotura de fibrillas musculares. La sintomatología consiste en un dolor intenso localizado "a punta de dedo", es decir localizado en un punto concreto, en ocasiones con un pequeño nódulo correspondiendo al hematoma producido. Produce impotencia muscular y el dolor se produce tanto en reposo como a la movilización.
- Desgarro muscular. Producido por la rotura de varias fibras musculares o por la rotura parcial del músculo, siendo el mecanismo de lesión muy similar al de la rotura de fibras. La sintomatología consiste en un dolor muy intenso con impotencia funcional inmediata de todo el miembro afectado. El deportista nota como un golpe o pelotazo en la zona afectada. La exploración es muy dolorosa con tumefacción blanda e inflamación del miembro afectado, y un gran hematoma. Se visualiza una depresión en "hachazo" en la zona afecta.

DIAGNOSTICO

Principalmente, el diagnóstico se lleva a cabo a partir de una exploración funcional de la lesión por parte del médico. En caso necesario se solicitarán determinadas pruebas diagnósticas como son la ecografía o la Resonancia Nuclear Magnética.

TRATAMIENTO

En primer lugar, hay que hacer un tratamiento psicológico intentando manejar y controlar al deportista, ya que la ansiedad por empezar a competir lo más rápido posible, añadida a la desconfianza que le produce todo tratamiento que indique reposo, hace que se deje seducir por tratamientos "milagro", obviando los periodos de reposo necesarios. En ocasiones esto conlleva recaídas y cronificación de lesiones que en principio carecían de importancia.

Los pasos a seguir serían:

- Inmediatamente después de la lesión aplicar frío local durante 48-78 horas. Pasado ese tiempo se puede empezar a aplicar calor local.
- Tratamiento médico: antiinflamatorios.
- Terapia física: microondas, ultrasonidos, infrarrojos, láser, estimulación eléctrica, masajes terapéuticos.
- Cirugía en caso de rotura muscular completa o en heridas musculares con inclusión de cuerpos extraños.

En ningún caso se debe realizar, sin supervisión médica, un masaje profundo en la zona de rotura muscular, ya que puede producirse una osificación (calcificación) en la zona afecta, complicando la recuperación de la lesión.
Por último, se debe valorar la causa de la lesión y corregirla si esta es producida por un estado patológico del músculo o por una alteración de la estática del individuo.

DISTENSIÓN O TIRÓN MUSCULAR: Si el dolor es importante y la movilización del músculo imposible, será necesaria una ecografía diagnóstica, para evaluar la lesión y la presencia o no de hematoma, por si fuera necesaria la punción del mismo.
El tratamiento en este caso implica el reposo activo (no correr pero realizar otros ejercicios), superior a cuatro semanas, y reparar bien la lesión para evitar secuelas, complicaciones y recaídas.
Volveremos a entrenar cuando no sintamos dolor.

En casos de distensión, en las primeras 48h: reposo deportivo, vendaje compresivo, inmovilización de la articulación comprometida. Crioterapia intensiva, si no hay lesión mayor seguir los siguientes pasos:
3º a 7º día: termoterapia, estiramientos asistidos, electroestimulación, ejercicios de tonificación.
8º a 10º día: termoterapia, estiramientos activos contra resistencia.
A partir del 10º día: se puede reincorporar a la actividad deportiva habitual, pero de forma progresiva, con calentamiento adecuado y ejercitándose sin dolor.
Hidratación correcta aportar electrolitos y minerales, calentamiento adecuado, vigilar el descanso, evitar la fatiga.

Si ha habido Rotura Fibrilar:
A la 2ª semana: termoterapia, estiramientos activos no dolorosos, tonificación muscular isométrica, fisioterapia en la zona de la cicatriz, ejercicios de tonificación.
3ª semana: termoterapia, estiramientos activos contra resistencia, tonificación muscular.
4ª semana: musculación con aparatos, entrenar el gesto deportivo habitual.
5ª semana: calentamiento antes de correr, y estiramientos posterior. Entrenar con normalidad. Crioterapia posterior.
6ª semana: competición, previo acondicionamiento, posterior estiramientos y hielo.

CONTUSIÓN: Se debe mantener en reposo la zona afectada y, efectuar un vendaje compresivo aplicando de manera opcional una gruesa capa de pomada antiinflamatoria en el mismo.
Es importante recalcar que en las primeras 48-72 horas el calor y el masaje están contraindicados porque pueden causar fibrosis y miositis osificantes (calcificación muscular) si se aplica muy fuerte y, de manera prematura.

ELONGACIÓN: Primeras 48h reposo deportivo, vendaje compresivo (por ejemplo calcetín de compresión gradual en el caso de músculos de la pierna), inmovilización del segmento articular comprometido. Crioterapia intensiva: hielo local 10’ cada hora.
La ausencia de dolor durante el estiramiento y la contracción del músculo afectado autorizan a volver a la actividad

CONTRACTURA: En estos casos, el tratamiento será de reposo de correr, no de otros deportes, 3-4 días, antiinflamatorios, relajantes musculares, y fisioterapia.
Hidratación. Crioterapia local intensa 10’ cada hora, inmediatamente y durante el primer día, para atenuar el dolor,  posteriormente calor, baños en piscina 28º C y estiramientos. Electroterapia antiálgica.
A la semana de la lesión puede reincorporarse a la actividad deportiva habitual realizando calentamiento adecuado.

DESGARRO: Hasta la 4ª semana realizaremos estiramientos activos contra resistencia, tonificación con Thera-band, natación, fisioterapia, reforzar la musculatura del tren no lesionado, crioterapia tras las lesiones.
5ª semana: musculación con aparatos, entrenamiento cardiovascular, entrenamiento del gesto deportivo, ejercicios de propiocepción.
6ª-7ª semana: iniciar entrenamiento, calentamiento previo, estiramientos post entrenamiento, crioterapia tras entrenamientos.
8ª semana: apto para competición. Acondicionamiento previo, estiramientos y hielo posterior.

CALAMBRES MUSCULARES: Estirar el músculo que nos provoca la rampa, masajear la zona, hidratación, termoterapia, reposo inmediato pero breve (menos de 24h). Calentamiento adecuado, descansar, temperatura ambiental adecuada.

REHABILITACIÓN

Básicamente consiste en fortalecer las estructuras de la zona lesionada para obtener el tono y fuerza que tenía previamente a la lesión.
Durante el periodo de recuperación se puede aplicar un vendaje funcional (tape) en la zona afecta que facilite la realización de ejercicios isométricos (ejercicios sin desplazamiento donde se trabaja el tono muscular) de forma indolora. Esto ayudará a no perder mucho tono muscular y a acelerar la recuperación.
Finalmente es recomendable valorar la mejora de la técnica deportiva para evitar futuras lesiones.

LAS  AGUJETAS

Son micro - roturas de fibras musculares que derivan en una reacción inflamatoria de la zona muscular afectada, liberando sustancias que estimulan las terminaciones nerviosas próximas produciendo dolor muscular, pesadez y, pinchazos lo cual incapacita para la realización de ciertos movimientos.
Este tipo de molestia, se manifiesta en individuos con escasa actividad física, al realizar esfuerzos o ejercicios, aunque también se presenta en personas activas sometidas actividades físicas exigentes en cantidad o calidad o bien, al realizar ejercicios diferentes a las habituales.
La realización de un calentamiento adecuado que incluya estiramientos progresivos previos y posteriores a la actividad, así como eludir esfuerzos por encima de nuestra capacidad física, garantiza en gran medida la ausencia de este tipo de dolencia.
La aplicación de hielo y la realización de actividad física muy suave ayudan a atenuar los síntomas.

Forma de aplicar el hielo

- El medio de aplicación más recomendable y económico es la bolsa de guisantes congelados, debido a la fácil adaptación de las mismas a nuestro cuerpo. Otro remedio clásico son los cubitos de hielo, es el método más económico pero presenta una adaptación inferior a nuestro cuerpo. Por último se pueden utilizar "cold packs", los venden en farmacias y ortopedias, su precio oscila de los 3 hasta 10 euros.
- Nunca debe aplicarse directamente sobre la piel, suele provocar quemaduras. Para aplicarlo de manera correcta y sin riesgo, debemos interponer entre la piel y el foco de frío una servilleta, un trapo, o similar. La sensación térmica tiene que ser de frío, pero no llegar al umbral del dolor, o sentir quemazón.
- El tiempo de aplicación es de 10 a 15 minutos, si se trata de un traumatismo agudo. Se recomiendan aplicaciones de 10 ó 15 minutos cada dos horas.


Referencias:   Mundo Training     Yolanda Puentes


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