El fútbol es de contacto. CONVERSANDO CON ROBERTO MORENO

El árbitro panameño que estuvo en el Mundial de Brasil dio algunas impresiones de lo que fue su experiencia en la Copa del Mundo

El árbitro panameño Roberto Moreno concluyó después de su experiencia en el Mundial de Brasil 2014, que para los árbitros nos hay faltas grandes ni faltas pequeñas: todas son faltas.
Moreno recordó que el “fútbol es de contacto” y más durante una Copa del Mundo donde se juegan muchas cosas y donde las expectativas son muy grandes.
El referí panameño recordó que antes de la competencia a los árbitros se los preparó para estar atentos desde el pitazo inicial hasta que el partido concluya, e hizo hincapié en que se les habló de estar atentos y prevenir antes de tomar una decisión.
Moreno, que anunció su retiro después de septiembre, revivió algunos momentos de su reciente experiencia en el pasado Mundial de Brasil 2014, donde estuvo en cuatro partidos: Australia-Chile, del que dijo fue en el que más trabajo tuvo; Bosnia-Nigeria, Corea-Rusia y Colombia-Japón.
Recordó que las tarjetas amarillas estaban por el orden de 5 mil a 7 mil dolares y por simulación eran 10 mil dólares de multa.

SIMULACIÓN

“La simulación es una acción donde el jugador trata de engañar al árbitro, en jugadas que pueden llegar a un penal”, indicó Moreno e hizo el comentario de una jugada durante el partido de octavos de final entre México y Holanda.
“En el penal sobre Robben, al final vimos el video, en total hubo entre 39 y 40 cámaras que proyectaron la jugada, los ángulos eran difíciles, pero al final tres de ellas dictaminaron que el mexicano (Márquez) sí le pisa la punta del zapato al holandés, que Robben exagere en la caída es otra cosa, pero la falta existió. Nosotros juzgamos por lo que vemos en el momento, ahora, que el jugador quiso exagerar o agrandar la falta, es otra cosa, pero sí hubo la falta, para nosotros no hay falta grande o pequeña”, apuntó el árbitro FIFA.

CONTACTO

Pero el fútbol también es un deporte de contacto y este es un tema que crea muchas ronchas, precisó el árbitro panameño.
Moreno lo explicó con dos ejemplos puntales: la jugada del colombiano Camilo Zúñiga sobre el brasileño Neymar y el portero alemán Manuel Neuer contra el argentino Gonzalo Higuaín.
Por ética, Moreno dice que no puede opinar si lo de Neuer fue penal y que solo es de criterio del árbitro que en el momento estuvo en el partido.
Dijo que los árbitros “vemos” el fútbol diferente del criterio del público y explicó sobre la jugada en el partido de la final entre Argentina y Alemania, que cuando el portero sale y arriesga su físico lo hace pensando en que puede salir golpeado.
“Esta jugada se dio por aire, el portero hace un brinco normal, golpea el balón y a Higuaín que también va a arriesgar, es un choque natural, lo mismo que la lesión de Neymar”. precisó.
Agregó: “analizamos muy bien y nos damos cuenta de que Zúñiga en el momento que brinca va a buscar el balón, él mira donde está el balón, no mira a Neymar, él aguanta, para aguantar al jugador de que no alcance el balón, es una acción normal”.
Y enfatizó, que “la pregunta que nos hacíamos era en el caso de que Neymar no hubiera salido lesionado, pero como salió lesionado fue una cosa mediática, todo el mundo dice que si Zúñiga iba o no iba con mala intención, pasó igual con Neuer cuando salió a buscar el balón, él no va a quedarse allí a que Higuaín le gane el balón y le pueda anotar, él salió normal, con la ventaja que le da la ley a él, que es el único que puede jugar con la mano dentro de su área”.
En síntesis, precisó Moreno, “que se coincidió en que fue una salida normal y tanto el arquero como el jugador arriesgaron su físico por tomar el balón”.

OTROS TEMAS

En otros asuntos, Moreno comentó que en esta oportunidad se llegó al consenso para que el cuarto árbitro pudiera sugerirle al central por los minutos de reposición que se dan al final de los dos tiempos.
Dijo que durante el intermedio del partido, el cuarteto arbitral recibía un informe de cuántas faltas se dieron, de cuántas sustituciones, el tiempo efectivo que se jugó, y antes que se termine el segundo tiempo el coordinador del partido les daba el informe del tiempo real, lo que ayudaba a la hora de tomar la decisión para los alargues.
En la comunicación, dijo que se hacía en el idioma inglés. “Nunca tuvimos problemas, porque la mayoría de los equipos tenían por lo menos uno o dos intérpretes de inglés o su traductor. Capello tenía su traductor para comunicarse con sus jugadores en ruso. Lo mismo nosotros, que nos comunicábamos con alguien del cuerpo técnico en inglés para que él se lo manifestara a sus jugadores”.
Con el central, apuntó que los cuatro árbitros tienen un filtro, para hablar solo deben apretar un botón, la comunicación era de alto nivel, sin interrupciones.


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