´En el fútbol aficionado faltan sanciones más duras y policía´

Héctor es una víctima más de la violencia en el fútbol. Su caso ya lo contó Levante-EMV el pasado 7 de mayo cuando fue agarrado del cuello por parte de un jugador del Villalonga CF en el partido que enfrentaba a este equipo contra la UD Oliva en la liga de 2.ª regional amateur. El colegiado denunció a su agresor, al que la Federación ha suspendido con 21 partidos.

¿Qué recuerda del partido?
La primera parte transcurrió más o menos con normalidad, aunque expulsé a un jugador del Villalonga CF por doble amonestación. Al inicio de la segunda expulsé a otro jugador visitante también por doble tarjeta creo que justamente.

¿Qué pasó después? ¿Cómo fue la secuencia de la agresión?
Primero amonesto al jugador que me agredió por una falta sobre un contrario, él intenta derribarme la tarjeta con la mano pero yo lo esquivo. Entonces le muestro la roja y es entonces cuando me coge del cuello con las dos manos y es cuando intervinieron el delegado de campo y los jugadores del Oliva, así como otros del Villalonga CF. Cuando ya se iba hacia los vestuarios se dio la vuelta y vino hacia mí con el puño en alto, amenazándome e insultándome. No llegó hasta mí porque se pusieron por delante varios jugadores de uno y otro equipo.

¿Cuándo decide suspender el partido?
Minutos después de la agresión cuando veo que la actitud de los jugadores visitantes hacia mí no es la correcta con protestas, amenazas e insultos.

¿No había policías?
Sí, dos agentes de la Local de Oliva que vinieron a interesarse por mí cuando me metí en el vestuario. Después llegaron varios agentes de la Guardia Civil porque ellos los llamaron.

¿Qué pasa entonces?
Me preguntaron si quería denunciar la agresión y yo les respondí que sí. Les identifique al jugador y fueron a tomarle declaración. Después de ducharme y sin hacer el acta, me acompañaron a por mi coche donde estaban mis padres y me fui al cuartel a presentar la denuncia después de pasar por un centro de salud de Oliva a por el parte médico de la agresión. Necesité darme calor en el cuello y me tomé un analgésico.

¿Qué le pasó por la cabeza en aquellos momentos?
Cuando sales a pitar nunca piensas que va a pasar nada grave porque se trata de un juego, un deporte, y siempre habrá gente que te pueda defender.

¿No sintió miedo?
Cuando el jugador me cogió del cuello pensé que se trataba de un calentón y que los ánimos se iban a apaciguar, pero después vi mucha tensión y peligro en la actitud del resto de jugadores y por eso decido suspender el partido.

¿Le vino a la mente la agresión al compañero al que tuvieron que extirpar el bazo?
En el campo no, pero cuando estaba en el vestuario sí pensé que hubiera podido ser más grave.

¿Perdonará a su agresor?
No lo sé, todavía estoy dolido en el aspecto anímico.

¿Retirará la denuncia?
En principio, no.

¿Ha pensado en dejar el arbitraje tras la agresión?
En absoluto.

¿Por qué es árbitro?
Porque me gusta el fútbol. Yo jugaba al fútbol pero no podía compaginar los entrenamientos y los partidos con los estudios y decidí seguir ligado como árbitro porque encima me saco unos dinerillos.

¿Qué consecuencias tiene una agresión?
Después vas a los campos y hay gente que te da ánimos, pero hay otros que aún te dicen que vendrá tu agresor a volverte a pegar.

¿Teme algún tipo de represalias por esta entrevista o por la denuncia que presentó?
No. Supongo que fuera del campo la gente cambia mucho.

¿Qué le diría a su agresor?
Nada, pero me hubiera gustado que viniese a buscarme el mismo día a disculparse. Igual me hubiera replanteado lo de la denuncia.

¿Qué opinión le merece un jugador que agrede al árbitro?
Los árbitros podemos entender que los futbolistas están revolucionados por el esfuerzo y la ambición de ganar, pero agredir no tiene ninguna justificación.

¿Qué castigo se merece un agresor?
Pienso que el jugador que agrede a un árbitro no debería de jugar más. Si no se le quiere castigar de por vida, al menos que se le imponga un mínimo de dos o tres temporadas sin poder jugar.

¿Qué podría hacer la Federación en estos casos?
Imponer sanciones más duras y sobre todo al día siguiente de que ocurran los hechos para no dejar pasar el tiempo porque ahora el que me agredió a mí tendrá que cumplir la sanción la próxima temporada. También se podría pensar en sancionar económicamente a los agresores y si no pagan que no jueguen.

¿Hay algún tipo de solución a la violencia en el fútbol?
Hay que empezar por educar a los niños. Inculcarles que solo se trata de un deporte, que lo que importa es divertirse. Se puede competir, pero no pensar en que lo único que vale es ganar. Hay que enseñarles a que el árbitro es un elemento más del fútbol, que se puede equivocar como cualquier jugador o entrenador y no hay que darle más importancia.

¿Qué piensa de los padres?
También habría que educarles en reuniones para que ellos transmitan a sus hijos que la figura del árbitro es una más.

¿Y de los clubes?
Pues que podrían sancionar a los agresores con independencia del castigo que imponga la federación. Muchas veces son los clubes los que pagan la acción de un solo jugador y habría que diferenciarlo.

¿Hay policías en los campos cuando va a pitar?
Normalmente no, a no ser que la solicites.

¿Hace falta la fuerza pública ?
Pienso que sí, al menos en categorías como la segunda regional amateur. Los jugadores son muy protestones, solo les importa ganar y que pites lo que ellos quieren. Que la gente tenga claro que los árbitros no van a fastidiar a nadie en un partido de fútbol.
Noticia e imagen:http://www.levante-emv.com/

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