El árbitro que sacó tarjeta roja al cáncer
El colegiado asturiano Pablo Nanclares Centeno vuelve a los campos de fútbol tras derrotar al cáncer. El joven colegiado asturiano regresa el domingo en el Ángel Carro para dirigir el partido CD Lugo-Celta B, casi un debut para él tras superar una leucemia y sacarle al cáncer la mejor tarjeta roja de su vida.
Pablo Nanclares Centeno comenzó a arbitrar a los 16 años y dice sobre el partido del domingo en Lugo, primero de la segunda vuelta liguera para rojiblancos y celestes, que «debuto por segunda vez», a los 33 años. Es cierto. El trencilla asturiano ‘debuta’ de nuevo precisamente donde lo hizo en Segunda B, el 9 de septiembre de 2007 en un Lugo-Leganés que acabó con victoria local por 2-0, con tantos del entonces rojiblanco Sergio Arias.
«Llevaba dos temporadas en Segunda B cuando me detectaron la leucemia. Fue a finales de mayo de 2009. Me dieron la temporada como acabada aunque me quedaba por pitar un partido», recuerda. Después de dos temporadas en Segunda B y una progresión prometedora en el mundo del arbitraje, el joven colegiado asturiano comenzó un auténtico calvario.
«Al principio no lo crees, siempre piensas que nunca te va a tocar a ti y no le das importancia a tu salud. Pero de repente te das cuenta de que dependes de ella para todo. Me lo cogieron en una fase tardía, posiblemente porque estaba muy bien físicamente, estaba entre los mejores de Segunda B en las pruebas físicas», recuerda.
Primeros síntomas
En un primer momento pensó que sufría anemia. «Antes de ir al hospital tuve un partido en Irún en el que me noté muy cansado. Me hice unos análisis en el centro médico y me dijeron que volviera la semana siguiente para ver los resultados. Me los hicieron a las ocho de la mañana y al poco, a las dos horas, saltaron las alarmas en el laboratorio. Llamaron a mi médico de cabecera, porque los análisis ya cantaban por todos los lados, y a mis padres. Yo estaba trabajando (lo hace en una empresa de comunicaciones en Gijón) y me dijero que volviese», recuerda.
«Y ese mismo día me dicen que tengo leucemia, me ingresan en unas habitaciones especiales, en la unidad de trasplantes, y al día siguiente empiezo una quimioterapia de alta intensidad, un tratamiento siete meses. Me dicen que la única solución era un trasplante de médula, porque tenía una leucemia muy agresiva. Le hicieron una prueba a mi hermana, pero no era válida (la médula) y tiraron del registro mundial de donantes. Apareció un inglés de 23 años con una medula igual, me la trasplantaron y vuelta a empezar para regenerar. Desde el primer momento pregunté si podría volver al arbitraje y siempre me dijeron que si salía bien era factible. Y así, poco a poco, fui saliendo», detalla el colegiado asturiano.
Plenamente recuperado -« la curación es total», dice-, Nanclares intentó el pasado verano volver al arbitraje, pero no pasó las pruebas físicas. «Estatutariamente no tenía más posibilidades, no se puede estar más de dos años sin arbitrar, y en mi última oportunidad, en la repesca en diciembre, conseguí pasarlas», comenta.
Tras su curación, Pablo Nanclares Centeno se dedica ahora a apoyar en todo lo posible a los enfermos con dolencias graves. «Lo difícil es encontrar un donante compatible, entonces la curación es posible. Hay 14 millones de donantes ahora mismo en el mundo, en mi caso había uno... tuve compañeros de habitación que no los encontraron y es muy duro, por eso desearía que no cerrasen la unidad de trasplantes del Hospital Central de Asturias, de la que es jefe el doctor Carlos Vallejo. Fue el que más me animó y apoyó, por eso me dolería mucho que se cerrase dicha unidad» en Oviedo.
Noticia e imagen:http://lugodeportes.galiciae.com/
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