Decisiones inteligentes
Existen dos tipos de toma de decisiones, las que nos permiten un
período de reflexión y las que se deben tomar bajo presión. Un árbitro toma una
decisión con presión cada vez que sanciona una jugada trascendental a favor de
uno u otro equipo, hace sonar el silbato y todo el mundo la protesta, así sea
correcta; con la cual se busca que las siguientes acciones no sean castigadas
en contra sino más bien a favor. La eficacia de la decisión depende de la
habilidad del árbitro para tomarla y no dejarse influenciar.
Para acertar en la decisiones
La clave para tomar decisiones correctas se debe basar en el
aprendizaje reflexivo de situaciones deportivas, donde el árbitro analice lo
que le pase a él y a sus compañeros; y sobre las habilidades de cada uno. Sumado
a esto se encuentran la buena ubicación, la concentración, y el trabajo en
equipo. Estas herramientas le permitirán al silbato a la hora de dirigir un
partido a "no pensar" en si sus decisiones son correctas o no. Esto
es así porque el aprendizaje reflexivo lleva a la formación de jueces expertos
en la toma de decisiones automáticas y acertadas.
Decisiones bajo presión
Para tomar decisiones correctas bajo presión se deben hacer dos cosas:
Primero, se debe arbitrar siempre igual cualquier clase de partido y realizar
el entrenamiento normal que tiene el juzgamiento del fútbol para tener la
habilidad motora y el estado físico general necesario. Segundo, se deben
observar videos de partidos o árbitros destacados y determinar su tipo de
actuación en ciertos momentos, analizando la razón de la misma; así mismo, debe
hacerse un razonamiento estadístico sobre los resultados que se obtuvieron.
Cualidades para la toma de
decisiones
Existen ciertas cualidades que hacen que los árbitros al tomar las
decisiones en los partidos sean considerados buenos o malos. Tres son las
cualidades que tienen mayor importancia a la hora de analizar un buen
arbitraje: la experiencia, el buen juicio y la creatividad; al ponerlas en
práctica los silbatos perciben la situación, la comparan con el reglamento o
con experiencias anteriores y la sancionan cuando corresponda; es decir
aciertan al máximo.
Experiencia, buen juicio y
creatividad
Es lógico suponer que la habilidad de un árbitro para tomar decisiones
crece con la experiencia, cuando se selecciona a un candidato para un partido
importante, esta es un elemento de gran importancia; los éxitos o errores
pasados conforman la base para la acción futura. El buen juicio, es la
capacidad que tienen los árbitros y asistentes de evaluar y procesar las
situaciones en los partidos de forma inteligente; está constituido por el
sentido común, la madurez y el razonamiento. Por último, la creatividad designa
la destreza del árbitro para combinar o asociar ideas de manera única, con el
fin de lograr un resultado nuevo y útil, es decir, tomar
decisiones inteligentes siempre.
Artículo escrito por Jose Borda
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