Vídeo: Brutal agresión al árbitro Alexis Goró


Alexis Goró, en la foto muestra la destrozada camiseta, arbitraba el partido de Sub 17 entre Arsenal y Viale FBC (Argentina), cuando fue agredido por un futbolista del Verde. 

La violencia que envuelve a la sociedad argentina no distingue escenarios para manifestarse. En el ámbito del deporte y más precisamente en el fútbol las muestras se reiteran en cada fin de semana. Las víctimas y también los generadores de hechos repudiables, desde cualquier punto de vista, pueden estar dentro o fuera de la cancha. El domingo le tocó padecer las consecuencias de la intolerancia a Alexis Goró quien cumplía con la misión de arbitrar el partido de Sub 17 en el ámbito de la Liga de Paraná Campaña entre Arsenal y Viale FBC.


Antes de meterse de lleno en el motivo de la charla, el impartidor de justicia, dio detalles de su corta trayectoria en la profesión: "Tengo 20 años y desde hace tres años es que cumplo con la función de árbitro. Participo en ligas independientes y los domingos en el ámbito de la Liga de Paraná Campaña, en donde arbitro categorías preliminares y en Primera me tocó estar como asistente", contó.

Nunca antes a Goró le tocó vivir una situación similar: "Es la primera vez que me toca vivir este tipo de situaciones, fue algo totalmente inesperado. Iban 17 minutos del segundo tiempo de un partido normal. Lo ganaba Viale FBC por 1 a 0 y tenía un jugador menos en cancha por expulsión. A instancias de uno de los asistentes sanciono una falta en contra de Arsenal, vino el capitán –no era el que había cometido la infracción- y me insulta. Aplicando el reglamento le muestro la tarjeta roja, lo expulso", narró. Luego agregó: "Se enfureció más, me golpeó y generó que otros compañeros de equipo también me agredieran, me destrozó la camiseta”.

El joven cuestionó el accionar de los policías encargados de su custodia: "Increíblemente me empujaban a mí y no entendía por qué. Después una mujer policía me dijo que el que me pegó era su hijo y por una cuestión de cortesía me pidió disculpas, pero no le creí", aseveró.
Dentro de la gravedad de los sucesos, Goró consideró que la sacó barata: "Pudo haber sido peor, si me caía al piso no sé qué pasaba, me hubieran pateado todos y no sé dónde terminaba".

Lo padecido ronda en la mente del árbitro, la sensación de inseguridad persiste: "Tengo miedo de volver a una cancha. Me puse y sigo muy mal después de lo sucedido", graficó.
No fueron muchas las muestras de solidaridad recibidas por la víctima: "El único que se me acercó y me preguntó si quería que me asistiera un médico fue el presidente de Arsenal, Coco López. Se lo agradecí y le dije que lo único que quería era volver a Paraná. Estaba designado como segundo asistente para el partido de Primera, pero me reemplazó el cuarto árbitro. Por una cuestión lógica no estaba en condiciones", comentó.
La violencia le volvió a ganar al fútbol. Otra vez una cancha fue el escenario de acontecimientos que no deberían acaecer. La pregunta se impone: ¿Hasta cuándo?

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