El efecto afterburn en el deporte: consejos


Después de realizar una rutina de entrenamiento con cierta intensidad, llega un período breve de tiempo en el que el cuerpo continúa quemando grasa. Se conoce como efecto afterburn y se genera como un proceso natural de recuperación del organismo.

Estas horas se conocen como efecto afterburn, en el que, mientras la respiración recupera su frecuencia habitual, los procesos químicos celulares siguen a ritmo acelerado. El organismo utiliza más cantidad de energía para regenerar los músculos y retornar a los niveles de reposo.

Si bien no existen estudios científicos que indiquen una duración específica del efecto afterburn, sí puede determinarse un período de 12 a 24 horas tras el ejercicio. Es lo que, en general, tarda el organismo en retomar su ritmo habitual después de una rutina intensa.

Durante el entrenamiento, el metabolismo se encuentra forzado a incorporar más oxígeno. Esto deriva en un exceso de consumo de oxígeno posejercicio, también llamado EPOC, por sus siglas en inglés. Para aprovechar al máximo esto, es conveniente seguir una serie de consejos.

Combinar: una buena idea es programar una rutina que intercale ejercicios de fuerza con exigencia aeróbica. Por ejemplo, practicar sesiones de levantamiento de pesas para luego pasar a movimientos de cardio.

Tiempo total: es recomendable diseñar días de entrenamiento que no ocupen menos de 45 minutos. Una exigencia temporal mayor demanda más tiempo de recuperación al metabolismo, por lo tanto, más largo será el efecto afterburn.

Frecuencia cardíaca: para que se produzca el efecto, deben practicarse rutinas que exijan un trabajo del 80 % de la frecuencia cardíaca máxima. Así, el organismo requiere consumir más oxígeno.

Running: salir a correr permite intercalar diferentes ritmos de forma sencilla. Por ejemplo, trotar 10 minutos, luego un sprint de 5 o 10 minutos, y bajar la intensidad en los metros siguientes.

Rutinas programadas: existen programas de entrenamiento que ya tienen en cuenta los cambios de ritmo e intensidad. Por ejemplo, el HIIT o el crossfit.

Fuente y más información: MEJOR CON SALUD


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