La increíble vida del mejor árbitro del mundo


Uno de los personajes mas importantes en la historia de arbitraje internacional y quizás desconocido por los aficionados es Abraham Klein , considerado el mejor colegiado del mundo de su época.
Nació el 29 de marzo de 1934 en Timisoara, Rumanía, en el seno de una familia judía húngara. Gran parte de sus familiares murieron en Auschwitz. Por fortuna, él y sus padres pudieron escapar. Siendo un niño, llegó a los Países Bajos y tras un año en Holanda, se fue con sus padres a vivir a Israel.
Un día acompañó a un amigo árbitro a dirigir un partido, pero éste se lesionó. Animado por su amigo, Klein lo sustituyó. La experiencia le gustó y decidió sacarse el título de árbitro. 
Pese a medir solo 1,65 metros, tenía una forma física envidiable (Era profesor de Educación Física). Era rápido, fibroso, incansable. Siempre estaba bien colocado y tenía una gran capacidad para demostrar su autoridad.
En 1958 pitó su primer partido de Liga en Israel. En 1964, debutó como internacional, en un amistoso entre sus dos países de adopción: Israel y Holanda. Pero en 1965 le llegó su primera prueba de fuego, arbitrar un Italia-Polonia clasificatorio para el Mundial de 1966.
Klein aprendió varios idiomas para poder comunicarse con los jugadores. Además de húngaro, rumano y hebreo, hablaba alemán, inglés, francés, italiano y español.
Tras pitar en los Juegos de México 1968, la FIFA decidió incluirlo en la lista para el Mundial de 1970, en este mismo país. Klein se preparó a fondo. Entrenó en montaña para acostumbrar su cuerpo a la altitud de México. Llegó al país azteca dos semanas antes de lo normal para aclimatarse al país y concentrarse. Y no era para menos. Su primer partido mundialista era nada menos que el que enfrentó en el grupo C a Inglaterra, vigente campeona, con Brasil, el Brasil de Pelé, Rivelino, Tostao, Gerson o Jairzinho. Klein estaba tan nervioso que metió las manos en los bolsillos antes del partido para que nadie notara que le temblaban. 
Por cuestiones seudo-políticas no estuvo en el Mundial de 1874 en Alemania pero si pudo acudir al Mundial de 1978, donde pitó varios partidos  entre los que destaca el valedero para el tercer y cuarto puesto, aunque todo parecía que iba a pitar la final.
Considerado el mejor árbitro del mundo, y pese a tener 48 años, Klein también fue incluido en la lista de árbitros del Mundial de España 82, pese a las amenazas de boicot de Kuwait y Argelia. Finalmente, estos países se ‘conformaron’ con no permitir que sus retransmisiones de televisión se vieran el nombre de Klein. Fue el encargado de arbitrar otro partido fundamental de aquella cita, el Italia-Brasil de la segunda fase en Sarrià, en el que los brasileños, grandes favoritos, se quedaron fuera por un ‘hat trick’ de Paolo Rossi. Fue el último partido mundialista de Abraham Klein.
Tened en cuenta que hasta 1990, Israel no entró en la UEFA, así que no se pudo ver a Klein en partidos de Copa de Europa o Eurocopas. Además de partidos de la Liga israelí, Klein pitaba a demanda en competiciones como la NASL (la liga estadounidense) o partidos como la Intercontinental de 1980.
Tras retirarse en 1984, con 50 años, fue presidente del comité israelí de árbitros, observador de la UEFA, instructor de la FIFA y escritor de libros de arbitraje. Hoy, a los 82 años, vive en Haifa, rodeado de sus nietas.
Artículo completo e imagen: 20minutos


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