Copa de Confederaciones, prueba de fuego del VAR

La FIFA quiere cambiar su imagen y pasar a ser un organismo más transparente y confiable. El VAR (video arbitraje) está bajo análisis, la Copa Confederaciones el torneo perfecto para medir la respuesta de los jugadores, cuerpos técnicos y aficionados.

Alejandro Cruz Ríos, actual asesor del arbitraje mexicano y con 27 años de experiencia como árbitro asistente en Primera División, cinco años con gafete internacional de FIFA y una larga experiencia impartiendo justicia en las canchas nos habla sobre la evolución que comienza a vivir el futbol mundial.

“El futbol soccer no se puede quedar atrás con relación al avance de la tecnología después de varios años, los medios de comunicación, la gente de futbol y el público pedían la tecnología, sobre todo en los goles dudosos o en los penales, ahora que se está dando está situación, es un paso bueno y la cuestión es que hay que darle tiempo, no nada más es implementar y listo, tiene que haber gente capacitada, se tiene que checar como se manejan las computadoras y la gente que está al frente del video para que la decisión sea la correcta”, comenta.

“Ahora es novedad, como en todo hay que ver y analizar, ahorita todo mundo da su punto de vista… qué si se le quita autoridad al árbitro, qué si se quita tiempo. Hay que darle tiempo a esta implementación tecnológica, la práctica hace al maestro y en medida de que la gente que este en el VAR, todo será lo más adecuando”.

“Hay un lapso donde se detienen las acciones, ambos equipos están conscientes que se está analizando la jugada, muchos jugadores o entrenadores se las gastan para romper el ritmo de juego o para otras cosas, esto va a ayudar a tomar una decisión y será parte del juego. En la medida que la gente se vaya acostumbrando a que hay ese video, lo va a tomar tan normal como pasa en el futbol americano y la gente se seguirá divirtiendo”.

“Se van terminar las mañas de los jugadores de fingir para engañar al árbitro y esa es una buena situación, si los captan en video, el jugador podría recibir una sanción y de esta manera se quiten esa mala costumbre de engañar al silbante, sobre todo aquí en México porque en Europa reprochan al jugador que finge una falta o una lesión; aquí en México se les aplaude”.