Clos Gómez habla sobre la violencia hacia el árbitro


El colegiado internacional Carlos Clos Gómez, con más de 30 temporadas a sus espaldas, consciente de la dificultad que entraña poder atajar la lacra de la violencia hacia el árbitro, habló para HERALDO TV.
"Es un tema que ha crecido mediáticamente en los últimos meses, pero que ya existía cuando yo empecé. Nos insultan, nos amenazan, y, a veces, hasta se nos pega. Lo extraño es que haya una cámara para denunciarlo. Desgraciadamente, es una situación que no cambia y que ocurre repetidamente cada fin de semana en los campos de fútbol de todo el país", denuncia con gesto severo.
Después de once temporadas impartiendo justicia en la máxima categoría nacional, además de dirigir varios encuentros más allá de nuestras fronteras como internacional, el árbitro aragonés tiene claro cuál es la solución para poner fin a esta situación. "Un cambio en las leyes y en los comportamientos de los diferentes clubes y jugadores puede hacer que esto se acabe. Todos los equipos saben quiénes agreden a los árbitros. Mientras estos señores sigan saliendo impunes, seguirán produciéndose situaciones de este tipo. O se educa a ese entorno, o es imposible que cada fin de semana haya una pareja de la Guardia Civil en los campos para evitar que sigan sucediendo estas cosas", prescribe.
"En mi andadura por el fútbol regional también sufrí tres agresiones y solamente en un caso pude denunciar al agresor. En todos los demás casos se le encubrió, por eso digo que es fundamental la ayuda del entorno", asevera. Y ahonda en esta argumentación: "El fútbol profesional es un espejo para todo, tanto para lo bueno como para lo malo. Por ejemplo, la gente lee, ve y escucha que Clos Gómez “ha atracado” a un equipo. Luego van a un campo de tercera cadete, insultan todo el partido, y nadie les dice nada ni les mira mal. No se puede llamar públicamente a un árbitro ladrón de manera gratuita, porque luego llegan las amenazas a los que están en la base", advierte antes de lanzar un mensaje de ánimo al colectivo arbitral.
"Lo principal es que sigan adelante. Que abandonen el arbitraje si les aburre o encuentran un trabajo que les guste más, pero que nadie les quite la ilusión por ser árbitro. Entiendo que después de la primera agresión lo que quieran es dejarlo, pero les animo a que se sobrepongan y continúen haciendo lo que más les gusta", espeta en referencia a Truman y al resto de compañeros.
José Ignacio Bueno Grimal (ex-árbitro de Primera División) también padeció diferentes agresiones. "Fue con 15 años en un Montecarlo-Balsas de categoría juvenil. Me rompieron el reloj, el jersey... Fui al colegio de árbitros porque quería dejarlo. Conté lo que me pasaba y me ayudaron y me animaron a seguir hacia adelante. Si no hubiera sido por ellos, seguramente lo hubiera dejado", relata.
Bueno Grimal reclama la presencia de una figura que respalde sobre todo a los más jóvenes. "A un árbitro, cuando empieza, también hay que educarlo. Enseñarle a estar en el vestuario, el trato con capitanes y delegados, la colocación en el campo, hacer las actas... Una cosa es la teoría, que se aprende en el curso, y otra la práctica".
Paco Ramo, el presidente del Comité Técnico de Árbitros en Aragón. El máximo mandatario de este gremio tilda de "patético" el comportamiento de algunos espectadores de fútbol base. "Creo que estamos ante un problema de conjunto. Hay equipos que ya saben dónde está el problema y en estos momentos la educación tiene que ir a los aficionados. Todos los padres piensan que sus hijos van a ser Cristiano Ronaldo o Messi, y son auténticos forofos. No generalizo con todos, pero el comportamiento de algunos padres es lamentable", asegura.
Noticia completa: HERALDO


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