Bartolomé Macías, primer árbitro argentino mundialista

Arbitró el Mundial Uruguay 1930. Tiene el récord de apariciones en partidos de Copa América, competencia en la que concretó la primera expulsión de la historia de este torneo. Además fue jugador, técnico de Atlanta y periodista.

El fútbol argentino estaba dividido en dos asociaciones que organizaban sus respectivos campeonatos. El torneo de la Asociación Argentina de Football (AAF) concluía antes de lo previsto por decisión de los organizadores, luego de haber sufrido el retiro de Estudiantes y Sportivo Palermo. En el campeonato de la Asociación Amateurs de Football (AamF) participaban, entre los más destacados, River, Independiente, Racing, Vélez y San Lorenzo.

Argentina, Brasil y Paraguay acudían a Montevideo, Uruguay, para disputar la séptima edición del Campeonato Sudamericano, que iba a ganar la selección charrúa. Mientras tanto, Bartolomé Macías daba sus primeros pasos como futbolista.

A partir de 1923, se desempeñó como defensor central en la primera del Club Adrogué. Debutó en primera división en 1925 integrando el plantel de Argentino de Banfield. Al año siguiente decidió retirarse en el cuadro que lo vio nacer, a causa de una lesión que dio por terminada su carrera futbolística.

Tras ese infortunio, se dedicó al arbitraje. Su debut oficial se produjo el 30 de octubre de 1927, en la victoria de Tigre sobre Atlanta por 3 a 1.

Fue el primer representante del referato argentino en mundiales.

Dirigió los dos encuentros de Estados Unidos en la fase de grupos de Uruguay 1930. En el primero derrotó 3-0 a Bélgica y, luego, a Paraguay por el mismo resultado. En este último, Bert Patenaude realizó el primer hat-trick (Triple gol) reconocido por la FIFA.

Hasta hoy, es el árbitro que más presencias tuvo en la Copa América. Dirigió 25 partidos a lo largo de cinco certámenes entre 1937 y 1946. La primera expulsión de la historia de este torneo la decretó en el encuentro en que Uruguay cayó ante Chile por 3-0. Lo llamativo es que la sanción al charrúa Juan Emilio Piriz se concretó recién en la decimocuarta edición de la competencia realizada por la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Fue árbitro en tres partidos en los cuales ocurrieron acontecimientos históricos. El que enfrentó a Newell´s con Nacional, correspondiente a la liga rosarina. Su arbitraje generó el descontento de un hincha del club visitante, Juan Devereux, que disparó un arma al juez pero no lo impactó a él sino que hirió a un hincha que estaba en la tribuna. El agresor, más tarde, fue detenido.

En 1941, Huracán y Boca Juniors se enfrentaron por la fecha 21º del torneo local. El xeneize ganó por 3 a 2, resultado que generó el enojo del presidente del globo, Tomás Adolfo Ducó. Al finalizar el encuentro, agredió a Bartolomé Macías y le atribuyó la derrota del equipo. Posteriormente, el Tribunal de Disciplina lo amonestó.

Otro partido histórico fue el que dirigió entre Racing y Estudiantes. En esta ocasión, el partido terminó 6 a 4 a favor del conjunto de Avellaneda y el árbitro cobró seis penales, tres para cada equipo. De esta forma, se adjudicó otro récord: el de quien más penales sancionó en un juego.

A pesar de haberse retirado en 1949 como árbitro, dos años antes hizo un alto para dedicarse a la dirección técnica de Atlanta.

Culminada su carrera dentro de las canchas, fue periodista y estuvo a cargo del Colegio y la Escuela de Árbitros. El 10 de abril de 1966, a los 65 años, falleció producto de un ataque cardíaco, provocado por la emoción en un homenaje en su honor celebrado por un grupo de colegas.

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