El juez del clásico vive en Don Benito

Jesús Gil Manzano el árbitro español que antes consiguió la internacionalidad y hoy se convertirá en el más joven en pitar un Clásico
El colegiado de Don Benito dirige su primer Real Madrid-Barça con tan solo 30 años.

El universo entero se detendrá esta tarde dos horas pendiente de la cita futbolística más mediática a nivel de clubes. Las calles de la capital de España y buena aparte de sus ciudades se paralizarán. Los bares se colapsarán para ver a los mejores futbolistas del momento sobre el terreno de juego. Hoy, a las 18.00 horas, comenzará el partido del siglo, el encuentro más repetido en la historia del fútbol español, el Clásico con mayúsculas; y un extremeño será el encargado de impartir justicia sobre el césped.
Jesús Gil Manzano (Don Benito, 1984) se enfrenta al reto más importante de su carrera, que es además su sueño, y todas las miradas estarán sobre él. «La presión la intentas simplificar pensando que son 22 futbolistas que juegan a la pelota». Así regatea el dombenitense la presión. Simplificando y con los pies en el suelo, como también le gusta decir a él, porque vestido de negro también se puede sentir vértigo si se va a la velocidad de Jesús.
Se puede decir que el dombenitense es el Fernando Alonso de los árbitros. Y no sólo por su velocidad haciendo diagonales sobre el césped. Ha roto todos los registros de precocidad. Consiguió la internacionalidad el año pasado, cuando contaba 29 primaveras, siendo el colegiado español más joven en lograrlo. Con 28, ascendió a Primera, y ni siquiera era mayor de edad cuando, a los 17, se ganó pitar los correosos partidos del grupo extremeño de Tercera.
Sus cualidades físicas admiran a los entendidos. En los partidos demuestra que tiene madera de atleta. De hecho fue campeón de Extremadura cuando alternaba el silbato y las carreras. De él destacan también su autoridad y presencia en el campo, además de la elegancia. Es decir, todas esas características que puntúan los informadores. Pero lo que más le gusta que digan de él es que pasa desapercibido. Así disfruta del fútbol, sin que se note que está ahí.
Su esfuerzo le ha costado. Empezó de aspirante con 11 años, para acompañar a su hermano que fue quien le animó a coger el banderín. El mayor de los Gil Manzano hace tiempo que pasó a la vida civil, dejó el silbato en Preferente. Después, ha pasado por todas las categorías, como es obligatorio. Ahora que está en la élite, analiza concienzudamente todos los partidos en los que tiene que actuar. Durante la semana repasa sus errores y se empapa de todos los partidos de la liga BBVA.
«Es un árbitro especial, de los que no hay. Fíjate donde ha llegado». Estas declaraciones son de un hombre que le ha visto crecer. Se trata de Manuel Merino, delegado de los árbitros Don Benito. Para los jóvenes trencillas, tener a un compañero en la élite es un aliciente a la hora de caminar en la ardua carrera arbitral. «Nosotros a los pequeños le ponemos el ejemplo de Jesús, al que desde pequeño se le notaba la pasión. Ahora se respira un ambiente muy distinto en los árbitros que están empezando, parece que se preocupan menos», indica Merino.

Ejerce de dombenitense

Y es que, Jesús Gil Manzano es de las personas a las que también se le puede poner de ejemplo de comportamiento. Lo corrobora todo su círculo. Dicen de él que es una persona agradable, de trato cercano. De hecho, conserva a sus amigos de toda la vida en Don Benito donde alterna, entrena, pasea y convive como uno más cuando no tiene compromisos futbolísticos.
Como es lógico, su presencia en el foco mediático ha supuesto un mayor interés de los vecinos. Muchos le paran por la calle para pedirle entradas o para hacerle comentarios jocosos sobre algún equipo al que haya arbitrado recientemente. Eso sí, hasta en los mayores foros de fiebre futbolística se palma el respeto por su trabajo.
«Me parece fantástico que pite el Clásico. Los de la peña dicen que es un chaval simpático y agradable. Ya no es que sea de Don Benito, es que los hechos constatan que es un profesional estupendo», asegura Eusebio Díez, presidente de la peña dombenitense del Real Madrid. Y el representante blaugrana, coincide. «Ya es difícil ser árbitro, así que no vamos a criticar si comete un error. Si el Barcelona pierde o gana por una mala decisión suya no le vamos a criticar porque sé que lo va a hacer lo mejor que pueda», afirma Juan Pedro Sánchez, presidente de la peña del Barça.
A la hora del choque, los aficionados vestirán la camiseta de su equipo. En Don Benito no habrá colores. Todos los ánimos va destinados al crack del silbato, la fuerza es para Gil Manzano.



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