Diez cosas que debes saber para ser un buen padre deportista

Algunos de los puntos claves son dejar elegir a los niños qué deporte practicar, animar y apoyar sin gritar, y el respeto hacia el entrenador de la disciplina.


Los padres que se comportan casi como hooligans en los partidos de sus hijos, o que presionan a los niños como si estos fueran adultos, que insultan al árbitro o cuestionan las decisiones del entrenador, existen. Todo el mundo conoce a alguno. El propio Fernando Fernández lo reconoce: "Es un problema que está ahí". Ignacio Pedrosa, licenciado en Psicología por la Universidad de Oviedo y experto en psicología del deporte, comenta que "llegan muchas dudas de los entrenadores sobre qué hacer ante un caso así". Asturias24, con la ayuda de ambos expertos, ha elaborado el decálogo del buen padre de deportista.
1. ME DEJARÁS ELEGIR QUÉ DEPORTE PRACTICAR.
"Se les presiona sobre qué deporte practicar, de un modo u otro, se les dirige". Lo dice Ignacio Pedrosa, y hace hincapié en que es un error. "A edades tan tempranas, el deporte tiene el objetivo de proporcionar actividad física al que lo realiza y de motivar, por eso es importante que el niño haga lo que le gusta", explica Ignacio Pedrosa.
2. ME ANIMARÁS Y APOYARÁS, NO ME GRITARÁS.
"Es importante que el niño sienta que los padres están ahí, que le van a ver competir o jugar aunque no les guste", dice Pedrosa. Es la imagen positiva que ya se ha utilizado en la publicidad, la de los madrugones para llevar a la niña a una competición o el esfuerzo de comprar unas nuevas botas de fútbol. Eso sí es positivo.
3. PREGÚNTAME QUÉ TAL LO PASÉ, NO SI GANÉ.
Al terminar un partido, no hay que preguntar al niño cómo quedó, si perdió o ganó, si metió un gol o si hizo su mejor marca. Hay que preguntarle cómo se lo pasó, si disfrutó. En esto coinciden tanto Fernando Fernández como Ignacio Pedrosa. "En el deporte base lo más importante de todo es pasarlo bien, disfrutar", dice Fernando Fernández. Y Pedrosa añade que "en ocasiones se confunde éxito con victoria. El objetivo en niños es el éxito: que se continúe practicando deporte, que aprendan a convivir... no la victoria".
4. RESPETARÁS A MI ENTRENADOR.
"Cada vez son más los entrenadores que optan por cerrar los entrenamientos a padres", cuenta Fernando Fernández. Y cada vez más los que se preguntan cómo enfrentarse a un padre o una madre que cuestiona sus decisiones, da órdenes contrarias a sus hijos o no le respeta, según constatan desde el Colegio de Psicólogos del Principado de Asturias. Para Ignacio Pedrosa, cerrar los entrenamientos es la última opción; "sólo se traslada el problema, harán lo mismo o peor el día de la competición y encima el niño no estará habituado y sufrirá más estrés". Lo que hay que hacer, coinciden ambos, es educar a los padres.
5. NO INSULTARÁS AL ÁRBITRO.
En línea con lo anterior, al árbitro se le respeta. En los campos de fútbol, hay faltas de respeto a los árbitros de los partidos casi todas las jornadas y en todas las categorías. Las peores llegan desde la grada. "Cuando un niño ve a sus padres perdiéndole el respeto al árbitro o insultándole, en un primer momento puede sentir vergüenza, pero a la larga es muy fácil que se acabe repitiendo ese comportamiento", explica Pedrosa.
6. SI TENGO UN MAL DÍA, NO TE ENFADES.
Apoyo y compresión. Están son las claves si un día algo sale mal. Un mal partido, una mala competición o un error pueden suponer mucho para un niño, y más aún si teme lo que pueda pasar en casa.
7. SI VAMOS JUNTOS A UN PARTIDO, COMPÓRTATE (Y SI NO, TAMBIÉN).
La imagen de una mujer en Llagostera haciendo gestos de mono dirigidos hacia el jugador del Racing de Santander, Mamadou Koné, dio la vuelta al país. Estaba rodeada de niños de corta edad. "Ahora cada vez más, este tipo de comportamientos en el fútbol son censurados por el resto del público y afeados en los medios de comunicación, pero siguen siendo muy habituales y suponen un ejemplo pésimo", explica Ignacio Pedrosa.
8. YO NO SOY MESSI, NI NADAL, NI GASOL...
"A lo largo de mi carrera he perdido la cuenta de las veces que me he cruzado con padres y madres que creían que tenían en casa a la próxima Arantxa Sánchez Vicario, al Gasol del futuro o al nuevo Messi", dice Fernando Fernández. Son padres que ponen tantas expectativas en sus hijos que trasladan una presión no apropiada para la edad del niño. Pero la realidad es otra: "Futbolistas de primera... salen uno entre 100.000", sentencia. Y Pedrosa, además, añade que son comportamientos estériles. "Si un niño o una niña destaca en un deporte, llegará por sí mismo, no por la presión recibida en su casa".
9. NO ME CASTIGUES CON EL DEPORTE.
Los más pequeños tienen que practicar deporte porque es bueno. "Es actividad física muy recomendable en esas edades de crecimiento, les ayuda a socializar, a organizar su tiempo de una forma mucho más efectiva que los que no realizan ningún deporte y les aporta unos valores muy enriquecedores", comenta Pedrosa. Por eso no entiende que en muchos casos se utilice el deporte como amenaza. "El castigo en sí mismo no suele funcionar en muchos casos, pero si encima hablamos de castigar sin fútbol, sin tenis o sin gimnasia, se está actuando de un modo negativo para el niño", explica.
10. DISFRUTA.
Quizá este punto del decálogo resuma todos los anteriores. Si tu hijo practica algún deporte, disfrútalo. "Si tu lo pasas bien, te involucras sin estresarte, el niño también lo va a pasar bien", dice Fernando Fernández. La clave está en que los mayores valoren también la parte buena del deporte base, apoye a su hijo, le anime y estreche lazos que son más difíciles de estrechar en otros ámbitos. "Porque el deporte, a estas edades, está para pasarlo bien", concluye Fernández.
Noticia e imagen: http://www.ileon.com/

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