¿Te gustaría que tu hijo fuera árbitro?

Esos niños que llevas ahora al colegio, ¿te gustaría que alguno fuera árbitro? Pero árbitro de verdad, profesional, de los que salen en la tele y los insulta medio país cuando se equivocan con una jugada que en la tele nos repiten veinte veces, y vemos que sí, que fue mano, y parece que él fue el único que no lo había visto. Arbitro de los que cobran ahora casi el doble de lo que gana el Presidente del Gobierno. Te lo digo porque anoche conocí a uno de cerca. A Velasco Carballo, es el número 1 del fútbol español y nos va a representar en la próxima Eurocopa. Le agradecí la visita y la conversación, porque los árbitros con la prensa tienen prohibida la mezcla. No les dejan hablar ni antes ni después de los partidos y ellos se sienten juzgados y criticados por todos, especialmente por los medios de comunicación, y no pueden defenderse porque ahora no se lo permiten, pero tampoco ellos han estado nunca muy dispuestos, de ahí que se hayan convertido en un gremio cerrado y endogámico. Eso también les hace ser sumisos con el poder de la FEF, y temerosamente obedientes para con su Presidente, Angel villar, que les retiró la libertad de elegir a su Presidente y ahora se lo elige él, y ellos lo aceptan. Todas esas condiciones leoninas y casi esclavistas hacia la Federación las aceptaron hace 25 años, cuando los árbitros no tenían ni el nivel cultural de ahora ni tampoco la contraprestación económica que reciben que es profesional, aunque les permite tener otra ocupación y aún así un árbitro ahora gana el doble que Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno.

Velasco Carballo es, uno de los mejores árbitros, ingeniero industrial y ha trabajado en varias empresas americanas, aunque el fútbol y el arbitraje sea la pasión que le hace dedicarse por entero a ello.

Esta mañana todavía recuerdo su conversación sensata y agradable y sus explicaciones a ese desprecio hacia la prensa, que él me justificaba cómo relación inexistente porque dice que los árbitros trataron de tener una relación normal.

En cualquier caso, si todos fueran de este nivel y no padecieran los complejos de persecución que tienen en ese gremio, a mí no me importaría que éste que voy a llevar yo al colegio ahora fuese árbitro…aunque entonces se meterían más con su madre que conmigo, como sucede ahora.

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