Manel Royo: “Algunos padres creen que tienen en casa al nuevo Messi”

Todo el mundo se mete con ellos, pero sin su labor es imposible gozar del espectáculo del fútbol. Los árbitros son la cara menos conocida del deporte rey, aunque viven su labor con auténtica pasión. Manel Royo es uno de los colegiados más experimentados del Consell Esportiu del Baix Penedès, el organismo con sede en el Vendrell que organiza las ligas no federadas de la comarca.

¿Cómo decidiste hacerte árbitro?
Fue hace unos diez años y al principio me costó un poco porque yo, cuando jugaba, era muy problemático para los árbitros. Un día me propusieron pitar a niños y decidí tirarme a la piscina porque los pequeños son fabulosos, no protestan y el único inconveniente son algunos padres. Más adelante me dijeron que debía arbitrar adultos y eso ya era más complicado.


¿Por qué?

Pues porque de repente me vi arbitrando a amigos y antiguos compañeros, y a muchos les costaba separar una cosa de la otra. De todas formas, el arbitraje al final te engancha y los haces porque te gusta, no por dinero, aunque siempre vaya bien obtener un ingreso extra. Lo más bonito son los niños, ver cómo celebran los goles, aunque la televisión ahora está haciendo mucho daño.

¿Y eso?

Mira, el ejemplo más claro son los derbis entre el Barça y el Madrid de la temporada pasada. Es algo penoso para chicos de 7 ó 9 años ver a sus ídolos peleándose y dándose patadas. Los niños los ven y quieren ser como ellos.

¿Lo peor son los padres?

Hay de todo, también entre los entrenadores. Algunos sólo piensan en competir y otros creen que tienen en casa al nuevo Messi. Afortunadamente, los chavales están pendientes del partido y a los diez minutos de haber acabado, ya se olvidan de todo. Lo más importante es que los niños practiquen deporte y aprendan valores.

En estas edades, ¿los árbitros son más educadores que jueces?

El lema del Consell es Hacemos deporte, formamos personas. Esto es lo primero que te inculcan cuando empiezas a pitar. De hecho, nosotros no enseñamos tarjetas cuando son muy pequeños. Si hacen algo mal, intentamos explicarlo y hablar con el entrenador para que los tranquilice un poco. Somos educadores e intentamos inculcar valores.

¿Y cómo se lleva arbitrar a adultos?

Es un poco diferente porque muchos no entienden que se trata de un hobby. Si te lo quieres tomar de otra manera, lo más fácil es federarse. Hay veces que parece que se estén jugando la Champions, lo protestan todo y hacen entradas muy feas. Con las chicas el problema es la boca, no hay tanto contacto pero sí que están todo el partido quejándose. Cuando mejor lo paso es cuando arbitro equipos que ya han estado federados y se lo toman de otra manera, sólo quieren disfrutar.

¿La principal virtud de un árbitro es la paciencia?

La paciencia y el saber estar. Cuando pitas no puedes tener amigos ya que, a veces, la confianza da asco. Tenemos que aprendernos todos mejor las reglas y respetar al rival y al árbitro.

¿Alguna vez has pasado miedo en un campo de fútbol?

No, porque no pito en federados, en las competiciones regionales la cosa se pone muy negra a veces. En la liga comarcal, a los jugadores después te los encuentras por la calle y hay buena relación. Es muy importante que los organizadores de torneos sean muy estrictos con las reglas y no se permita ningún tipo de acto violento.
Noticia e imagen:http://elvendrell.kallejeo.com/

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