El árbitro agredido sufre pérdida de visión en un ojo y secuelas psicológicas

Alfonso Ros Gómez, árbitro cartagenero que fue agredido por un jugador el domingo por la tarde durante la disputa del encuentro de Tercera División entre el Puente Tocinos y el Santomera, sufre pérdida de visión en un ojo y secuelas psicológicas, según explicó a esta redacción Javier Lozano Segado, presidente del Comité de Árbitros de la Federación Murciana. El colegiado sigue ingresado en el hospital Virgen del Rosell de Cartagena, centro médico al que le trasladaron después de perder el conocimiento al recibir dos puñetazos por parte de Pepe Menchón, futbolista del Puente Tocinos.

Ros Gómez, que se encuentra muy afectado por los hechos, no ha querido hacer ninguna declaración por la agresión sufrida mientras realizaba su trabajo.

Por su parte, Javier Lozano Segado se trasladó ayer a Cartagena para visitar al colegiado, con el que había estado en contacto por teléfono desde la noche del domingo. El joven, según explicaba a esta redacción el máximo dirigente del órgano arbitral en la Región, «se encuentra muy afectado y sorprendido por todo lo ocurrido».

El joven colegiado de 25 años no ha recibido todavía el alta, ya que «hay un protocolo por el que después de perder el conocimiento tienes que pasar un período determinado de tiempo en el hospital por precaución», señalaba Lozano Segado.

El árbitro de la Federación Murciana de Fútbol tiene previsto presentar una vez que reciba el alta médica y abandone el hospital una denuncia por la vía penal contra Pepe Menchón, futbolista del Puente Tocinos que tras ser expulsado propinó dos puñetazos al colegiado cartagenero. Javier Lozano comentaba a esta redacción que Alfonso Ros Gómez cuenta con todo el apoyo de la Federación, que pondrá a sus abogados a la disposición del árbitro.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo en el Municipal Torresol durante la disputa del encuentro de Tercera División entre el Puente Tocinos y el Santomera. Dicho encuentro se suspendió en el minuto 74 cuando el futbolista local Pepe Menchón propinó dos puñetazos a Alfonso Ros Gómez, colegiado del encuentro que acababa de expulsarle por doble amarilla. Posteriormente, el futbolista pidió disculpas, arrepintiéndose de su comportamiento.

Este perdón no es suficiente para Javier Lozano Segado, quien indica que «una agresión no se puede excusar con una pérdida de nervios. Nadie en su trabajo puede pegarle a alguien y luego decir que estaba nervioso».

El colegiado Ros Gómez, de 25 años, lleva arbitrando durante cuatro años en Tercera División y forma parte del colegio murciano desde hace unos diez años.

El castigo alcanzará el año
En cuanto al jugador, el Juez Único de Competición de la Federación Murciana de Fútbol deberá decidir ahora la sanción que impone a Pepe Menchón por su agresión a un colegiado. Al ser la Tercera División una categoría nacional se espera que ese castigo sea como mínimo de un año, aunque incluso podría ser mucho mayor.
Noticia e imagen:http://www.laopiniondemurcia.es/

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